La Audiencia Provincial de Logroño iniciará mañana lunes el juicio contra una mujer de 53 años para la que el fiscal pide 24,5 años de prisión como autora de la explosión de un edificio, sin víctimas pero daños materiales muy importantes, en la localidad riojana de Lardero a finales de 2021.
La Audiencia juzgará a esta mujer, de nacionalidad uruguaya y que residía de forma irregular en España, por un suceso originado en su "despecho" porque su compañero sentimental la quería dejar, aunque después, cuando ya estaba en prisión, acabó casándose con él.
Así consta en el escrito de acusación en el que el fiscal recuerda cómo esta mujer residía en un domicilio de Lardero con un hombre, con quien mantenía una relación sentimental.
El hombre le había comentado en varias ocasiones que tenía intención de romper la relación y se ofreció a pagarle un billete de avión a su país y darle dinero.
Pero la mujer no solo quería seguir con la relación, explica el fiscal, sino que amenazaba con autolesionarse o suicidarse si el hombre la dejaba.
De hecho, él llegó a denunciarla ante la Guardia Civil por amenazas en dos ocasiones y advirtió de la "relación obsesiva" que tenía la mujer con él; el 19 de diciembre de 2021 el hombre volvió al cuartel y pidió que agentes le acompañaran para recoger sus enseres y abandonar él su propia vivienda.
Hacer el mayor daño posible al hombre
Ese mismo día, cuando los agentes comprobaron el estado mental de la mujer -que había preparado una bañera para suicidarse- se decidió trasladarla al Hospital San Pedro, pero tras se valorada en la unidad de psiquiatría regresó al domicilio "y procedió a idear la forma de hacer el mayor daño posible" al hombre, sostiene el fiscal.
Así, redactó varias notas en las que comunicaba su intención de suicidarse -para lo que se despedía, entre otros, de sus hijos y nietos- y manipuló el circuito de suministro de gas de la vivienda; a las siete y media de la mañana del 20 de diciembre de 2021 "pese a ser consciente del peligro que suponía para las vidas de los vecinos" la acusada encendió un secador de pelo y provocó una gran explosión de gas.
Como consecuencia de la misma el fiscal enumera lesiones directas, leves principalmente, en 5 vecinos; y otras de mayor consideración en otras cuatro personas a las que les cayeron escombros del edificio.
En lo material el fiscal incide en que en muchos aspectos las indemnizaciones por los daños causados deben ser precisadas en el proceso por las aseguradoras.
Sin embargo, las cifras que sí ha logrado cuantificar muestran solas la magnitud de los daños causados por una explosión que derrumbó las paredes de la vivienda, los muros de carga de los pisos anexos; la deflagración afectó de forma directa a las 16 viviendas del edificio, de las que varios de sus ocupantes tuvieron que trasladarse a otras casas.
En total 19 viviendas del edificio o los cercanos sufrieron grandes daños, en algunos casos calificados como siniestro total, y la caída de escombros también destruyó varios coches.
Infinidad de daños en la zona
Además en el juicio constan como perjudicados otras 28 personas, por daños en viviendas o vehículos, muchos de ellos sin precisar las cantidades -que reclamarán diferentes aseguradoras-, aunque en los casos en lo que lo han hecho, sus reparaciones suman más de 60.000 euros.
A la acusada, que está en prisión provisional desde enero de 2022 y se casó poco después con el hombre, se le imputa un delito de estragos y ocho de lesiones y el fiscal pide para ella 15 años de prisión por el primero y 9,5 años más por cuatro de los delitos de lesiones, mientras que por los otros cuatro le pide una multa de 2.880 euros.
La responsabilidad civil del caso se pide para la aseguradora de la vivienda de la acusada asuma las indemnizaciones a todos los afectados o a sus propias compañías de seguros.
En lo que se refiera a las lesiones, las indemnizaciones propuestas superan los 65.000 euros a expensas del cálculo final.
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