El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha lamentado que el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, no convocara elecciones autonómicas "en el último minuto", porque, en la actualidad, existiría "un escenario diferente". Además, ha vuelto a insistir en la necesidad de que impere "la inteligencia política" ante una situación "lamentable" y de "despropósito absoluto".

En rueda de prensa en Otawa, con motivo de la conclusión de su viaje oficial a Canadá, el presidente del Ejecutivo vasco ha confesado que vive "con responsabilidad" la actual situación política, creada a raíz de la crisis catalana.

"Qué lástima que en el último minuto no se pudiera haber procedido a la disolución del Parlament de Cataluña y a la convocatoria de las elecciones autonómicas catalanas por parte del president Puigdemont", ha manifestado.

A juicio del lehendakari, si se hubiera procedido de esta forma, "aún habiendo aprobado el Senado la aplicación del artículo 155 de la Constitución, quizás estaríamos hoy en otro escenario diferente". "Esto que estamos viviendo es absolutamente lamentable, un despropósito absoluto", ha manifestado.

Además, ha recordado que "desde el principio" ha insistido en que se está "ante el fracaso de la política" y, "por lo tanto, también ante el fracaso de la vía unilateral y de la interpretación de la Constitución española de manera absolutamente coercitiva", en alusión a la aplicación del artículo 155 de la Carta Magna.

Urkullu ha afirmado que, antes de que se decidiera aplicar el 155 advirtió de que "se sabe cómo se empieza, pero no cómo termina", y, ante la "preocupación" por el actual "escenario", ha apelado a "ser conscientes de los riesgos de fractura social".

"Quizás si se hubieran adoptado las decisiones de otra manera, hoy estaríamos viviendo las circunstancias que, derivadas de aquella decisión, no serían las mismas", ha señalado.

Tras indicar que "el pasado está pasado", ha afirmado que "lo que toca es trabajar de cara al presente y al inmediato futuro". Por ello, ha vuelto a reivindicar "la inteligencia política necesaria, que ha de imperar en el Estado español para la convivencia y no la fractura social".

FALLO DEL MODELO AUTONÓMICO

Además, ha considerado que la situación en Cataluña "no complica" la relación de "bilateralidad" que pretende con el Estado. "En principio, al Gobierno vasco no le complica. El Gobierno vasco es el que cumple la ley", ha dicho, en referencia a la disposición primera de la Constitución española.

"No cabe más que quienes apelan al cumplimiento de la legalidad, cumplan con la Constitución, con la legalidad y el ordenamiento jurídico existentes para garantizar ese concepto de bilateralidad, ha señalado", para insistir que "al Gobierno vasco no nos complica en esto, para nada". También ha recordado que el ámbito de la negociación presupuestaria es "diferente" y compete a los partidos políticos.

No obstante, Urkullu ha asegurado que su gabinete trabaja para se cumplan compromisos como los adquiridos con el Concierto y el Cupo. "Ese es el ejercicio de responsabilidad en el que está el Gobierno vasco que, pese a las circunstancias, tiene que saber cuáles son los objetivos prioritarios para con la ciudadanía vasca y su bienestar", ha añadido.

El lehendakari ha insistido en que, desde 2008, ha advertido de que el modelo de Estado autonómico "ha fracasado, ha quebrado, ha fallado", por lo que es preciso el "reconocimiento de realidades nacionalidades diferenciadas en el Estado español".

Por ello, ha apelado de nuevo a "ensanchar las leyes", que "no quiere decir estirarlas y encogerlas como un chicle". "Es un concepto de interpretar las leyes adecuadas a un concepto real de la sociedad, tanto en Cataluña como en Euskadi", ha señalado.

En este sentido, ha vuelto a advertir de que el Gobierno "se equivoca si cree que tiene un problema, que es Cataluña" y "olvida otros problemas que pueda existir". "El Gobierno se equivoca porque no reconoce, siquiera, que tiene un problema, y es el modelo de Estado", ha concluido.