VAL114 PARÍS (FRANCIA), 04/09/2013.- El presidente alemán, Joachim Gauck (i), su homólogo francés, François Hollande (d), y el excombatiente francés de la Segunda Guerra Mundial Robert Hebras (c), de 88 años de edad, visitan las ruinas de la pequeña localidad francesa de Oradour-sur-Glane, hoy, miércoles 4 de septiembre de 2013. Oradour-sur-Glane fue escenario en 1944 de una masacre nazi en la que murieron 642 personas, entre ellas 205 niños. Gauck se encuentra en Francia con motivo de una visita oficial de | PHILIPPE WOJAZER

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró que la «crisis existencial» del euro ha terminado, pero recalcó que la crisis del crecimiento económico y del empleo aún continúa. «La crisis existencial de la zona del euro ha terminado.

Pero la crisis económica, la del crecimiento y el empleo, sigue con nosotros», sostuvo Van Rompuy en un discurso en la conferencia anual de jefes de delegaciones de la Unión Europea (UE).

Van Rompuy destacó que los últimos doce meses han marcado una diferencia en la crisis económica, y dijo que ya se reconoce ampliamente que la zona del euro permanecerá intacta e incluso se expandirá con la adhesión de Letonia, el próximo enero.

Los esfuerzos nacionales, el trabajo colectivo para impulsar iniciativas como la unión bancaria, y los compromisos contraídos por el Banco Central Europeo (BCE) han ayudado para devolver la confianza, según el político belga.

En este contexto, Van Rompuy señaló cuatro objetivos principales: restaurar y preservar la estabilidad financiera; lograr economías europeas más resistentes mediante finanzas públicas sólidas y reformas estructurales; activar medidas para impulsar el crecimiento y el empleo, en especial juvenil; y reforzar la arquitectura de la Unión Económica y Monetaria (sobre todo con la unión bancaria).

Complacencia

En relación a los datos recientes que apuntan a la recuperación, como la salida de la recesión gracias al aumento del PIB de la zona euro (0,3 %, en el segundo trimestre), Van Rompuy coincidió con los que afirman que no debe caerse en la complacencia.

Reconoció que se trata de una señal «desigual entre países, modesta, quizá frágil» y que hay que mantenerse «alerta», pero celebró que sea aún así una señal «positiva».

«Hay brotes verdes y debemos alimentarlos con cuidado», señaló. Al abordar la situación en Egipto y Siria, consideró que los acontecimientos de las últimas semanas ponen de manifiesto «los límites de nuestra acción política y militar, de nuestra influencia».

La violencia en Egipto deja «aún menos espacio para la política», según el líder comunitario, que alabó el papel de mediación de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y deseó que se reavive el diálogo político en el país.