Un miembro de las fuerzas de seguridad de Hamas observa las ruinas tras un ataque aéreo israelí en el norte de Gaza. | Reuters

Egipto e Israel intentaban distender ayer la crisis diplomática surgida por la muerte de cinco efectivos de seguridad egipcios durante una operación israelí contra militantes en la frontera, aunque una multitud protestó en El Cairo durante la madrugada.

Un manifestante subió varios pisos en el edificio de la embajada israelí en El Cairo para remover la bandera del Estado judío y reemplazarla por una egipcia, informó un testigo de Reuters. Sin embargo, había señales de que Egipto e Israel estaban intentando bajarle el tono a la peor crisis en sus relaciones desde que el ex líder Hosni Mubarak fue derrocado el pasado mes de febrero.

El cuarto día de violencia en Oriente Medio transcurrió, no obstante, sin víctimas mortales, y con un menor porcentaje de ataques en comparación con las tres jornadas anteriores, pero con una ola de detenciones israelíes en el sur de Cisjordania de presuntos activistas islámicos.

Decenas de palestinos, la mayoría simpatizantes o afiliados al movimiento islamista Hamás, fueron detenidos la pasada madrugada en el transcurso de una masiva operación de seguridad israelí en Cisjordania, en respuesta a los últimos lanzamientos de cohetes palestinos desde Gaza contra el sur de Israel.

La mayor parte de la operación se desarrolló en la ciudad de Hebrón, donde más de un centenar de vehículos militares israelíes irrumpieron desde tres direcciones distintas para iniciar la que es ya considerada como la mayor campaña de detenciones realizada en la ciudad desde 2003. Fueron sido detenidas 50 personas, entre ellas altos cargos como el diputado de Hamás Muhammad Mutliq Abu Juheisha y familiares de miembros de Hamás.

Punta del iceberg

El portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rdainah, manifestó su condena por la escalada de las fuerzas israelíes en sus ataques en la Franja de Gaza y la detención masiva de palestinos -unos 120- en Cisjordania, especialmente en Jerusalén Este.

Abu Rdainah calificó estas acciones como la «punta del iceberg» de un castigo colectivo impuesto por Israel a la población palestina.

El Ejército israelí acusó, además, ayer al movimiento islamista Hamás de emplear fósforo blanco en los cohetes lanzados desde la Franja de Gaza sobre poblaciones israelíes, lo que supondría una violación del derecho internacional, que prohíbe el uso de esa sustancia --de alto poder incandescente y muy difícil de controlar-- sobre poblaciones civiles.

«Hamás viola el derecho internacional. Morterazos con fósforo han impactado en el cruce de Kerem Shalom», indicó el Ejército en su cuenta de Twitter. Kerem Shalom es un paso fronterizo entre el suroeste de Gaza e Israel.