Pese a que al principio los niños eran algo reticentes a caminar sobre el suelo de cristal que protege los restos arqueológicos, una vez superado el miedo inicial se lo pasaron en grande ‘flotando’ sobre el yacimiento. | pep tur

Hay pocas cosas más gratificantes que la cara de sorpresa de un niño cuando descubre algo nuevo, así que los últimos días han sido un auténtico placer para el personal del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (Mace), que ha recibido esta semana la visita de varios grupos de alumnos de 3 y 4 años de edad del colegio La Consolación de Vila para conocer los restos arqueológicos que alberta. Arte antiguo y contemporáneo desplegado ante los inocentes ojos de la infancia.

El pasado jueves le tocó el turno al aula de Els Solets, unos niños de cuatro años que tras recibir una breve explicación de lo que iban a vivir aquella mañana en el museo por parte del personal del mismo cogieron obedientemente sus cojines y se dispusieron a bajar las escaleras para llegar al yacimiento, que ya pudieron ver, alguno con la boca abierta, desde el piso superior.

Pero la sorpresa se tornó rápidamente en reticencia, ya que no las tenían todas consigo a la hora de caminar sobre el suelo de cristal que protege el yacimiento. No fue hasta que entre las auxiliares del museu y las profesoras que les acompañaban consiguieron que tres o cuatro pequeños se aventuraran sobre aquella superficie que el resto decidió invadir decididamente aquella zona para sentarse sobre sus cojines y atender a una breve y divertida explicación acerca del yacimiento para pasar a continuación a contemplar algunas de las piezas arqueológicas expuestas en el Mace. «Es un triángulo», «tiene forma de hoja», «es un diente de dinosaurio», «es un arcoiris». Los niños dejaban volar su imaginación para identificar cada uno de los objetos expuestos pero atendiendo al mismo tiempo y asimilando que, en realidad, se trataba de un asa u otros objetos cotidianos de la época.

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