El patrimonio histórico del casco antiguo de Dalt Vila es el valor principa. Foto: PEP TUR

El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, aseguraba en una entrevista concedida a este periódico el pasado día 17 que el ingreso de los bienes Patrimonio de la Humanidad de la isla en el Grupo de Ciudades Patrimonio de España era «muy positivo», pero ¿en qué sentido puede beneficiar dicho ingreso a la isla?, ¿cuáles son los puntos sobre los que se sustenta el funcionamiento del Grupo? Creado en septiembre de 1993 por los ayuntamientos de Àvila, Cáceres, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia y Toledo (posteriormente llegarían los ingresos de Córdoba, Cáceres y, más recientemente, Alcalá de Henares), el Grupo se marcó como objetivo fundacional «la realización de proyectos comunes a estas ciudades, que cuentan con igual problemática por sus singulares valores históricos, arquitectónicos y culturales».

Aunque, ¿cómo se desarrolla una iniciativa de estas características con ciudades aparentemente alejadas entre sí? El primer punto de contacto entre estas ciudades (a la que se ha incorporado, junto con Eivissa, La Laguna) son las asambleas que, con un mínimo de dos convocatorias al año, se suceden en las localidades que ostenten la presidencia del Grupo, rotativa cada seis meses.

En ellas, los alcaldes intercambian la información sobre temas relacionados con el Patrimonio de la Humanidad y, además, se ofrecen servicios de asesoramiento y la disponibilidad de los servicios técnicos de los ayuntamientos (también capacitados para formar conjuntamente comisiones informativas para tratar cuestiones concretas) para encontrar soluciones rápidas a las problemáticas que puedan darse en cualquiera de las once ciudades miembro.

Pero uno de los poderes fundamentales que parte del Grupo es la capacidad para dirigirse conjuntamente a los poderes públicos, para así poder formar parte de los ámbitos de decisión que afecten a las ciudades que lo integran. Otro punto de capital importancia es la promoción turística realizada bajo el sello de calidad que ya supone pertenecer a esta asociación, además del apoyo que desde 1994 recibe el Grupo por parte de Turespaña. n el ámbito turístico, el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad se interesa actualmente por el mercado americano, del que se asegura desde el Grupo que interesa «especialmente». Los motivos: el deseo de acercarse a Europa por parte de los turistas de aquel continente para conocer una cultura en la que muchos tienen sus raíces. Desde el Grupo se remarca, además, el «alto poder adquisitivo» de dichos turistas.