El actor Leo Bassi vuelve a los escenarios madrileños con «12 de septiembre», su propuesta escénica «más arriesgada políticamente», tal y como la definió ayer el artista italiano residente en Mallorca en el Teatro Alfil, donde se representará este espectáculo. Bassi, que ha estado dos años y medio haciendo televisión en España y Alemania, ha decidido dejar definitivamente este medio que, en su opinión, sólo lleva a la manipulación absoluta.

Con «12 de septiembre» el actor declaró haber ideado un espectáculo en el que la palabra tiene mayor protagonismo que la acción, a la que tan acostumbrado está su público. Leo Bassi confesó su necesidad de expresar su desazón por los crueles acontecimientos que se producen cada día en el mundo y que, personalmente, le influyen de tal manera que le dificultan su habitual tarea de hacer reír a la gente.

A pesar de todo, el cómico se mostró partidario de seguir creyendo en la bondad del ser humano y encontrar el lado positivo de las cosas. «Soy cómico pero también un hombre y aunque me gusta hacer reír a los demás llega un momento en que te haces consciente de los problemas y debes expresarlos. En este sentido, la obra es un golpe a la conciencia», apuntó.