El actor, director, escritor y dramaturgo Adolfo Marsillach falleció ayer en Madrid tras una larga enfermedad y sus restos serán incinerados esta tarde en Madrid. En 2000, debido a sus problemas de salud, tuvo que suspender una actuación en Palma. Adolfo Marsillach Soriano nació en Barcelona el 25 de enero de 1928. Hijo y nieto de periodistas y críticos teatrales, se licenció en Derecho en 1951, pero ya había comenzado a trabajar como actor en el cuadro escénico de Radio Barcelona en 1945.

Durante varios años alternó el Teatro María Guerrero con el Español, en Madrid, y así empezó a despuntar su carrera, una carrera en la que consiguió la popularidad gracias a Televisión Española, no sólo como actor, sino también como director de series como «Silencio se rueda», «Silencio vivimos» o «Fernández, punto y coma» y «Habitación 508». Y fue en la televisión donde volvería a triunfar en 1982 con la serie «Ramón y Cajal», papel que en el cine le valió muchos años antes, en 1959, la Concha de Plata de San Sebastián.

Adolfo Marsillach fue un hombre eminentemente de teatro, y así en el año 1965 asumió la dirección del Teatro Español, el lugar elegido para instalar su capilla ardiente. Doce años más tarde, sería nombrado director del Centro Dramático Nacional, cargo del que dimitió al año siguiente para regresar al teatro activo. El repertorio de Adolfo Marsillach abarcó desde las piezas clásicas hasta las comedias modernas. Pero tampoco dejó de lado el cine, donde no se limitó sólo a su papel como protagonista de películas como «Maribel y la extraña familia», sino que también escribió guiones.