El Ayuntamiento de Maó, engañado en la compra de un cuadro de Vives

Un anticuario vende como original al consistorio menorquín un cuadro que imitaba una obra del maestro

16/12/01 0:00

MIQUEL FÈLIX El cuadro falso de Vives Llull que el anticuario José Mir Morlà vendió al Ayuntamiento de Maó pretende ser una copia milimétrica de un original perteneciente a un coleccionista de la ciudad, pero su ínfima calidad lo delata. Esta obra había sido incluida en una exposición monográfica sobre el artista organizada por «Sa Nostra» en 1994, y quedó recogida en su catálogo. Se trata de un óleo sobre tela titulado «Església des Castell», datos entre 1945 y 1948. Expertos consultados coinciden en su escepticismo al hablar de «burda imitación» y de «refrito impresentable» tras comparar la imitación con el original que le fue «colado» a la responsable del patrimonio municipal de patrimoni de dicho Ayuntamiento, Maria Àngels Hernàndez.

El anticuario había cerrado la venta por 300.000 pesetas sin aportar ningún certificado de autenticidad y asegurando que había adquirido el cuadro a una heredera que dispone de una amplia colección de originales procedente del legado del artista. Después de que el escándalo estallase a través de las páginas de este periódico, el Ayuntamiento se puso en contacto con esta persona, que ha desmentido categóricamente la versión de Mir Morlà. A la teniente alcalde de Cultura, Isabel Riera, no le tembló el pulso el 30 de noviembre al afirmar que el consistorio había sido «engañado» por este anticuario.

En principio, el cuadro debía ser expuesto en el en el Claustre del Carme con motivo de la exposición «Vives Llull i l'Escola de Pollença», que ha sido organizada con motivo del centenario del nacimiento del pintor, declarado el viernes Hijo Ilustre por el pleno de la corporación. No obstante, el comisario de la muestra, Guillem Frontera -crítico de arte y un reconocido experto en la corriente pollentina- decidió retirarlo del muestrario al sospechar que podría ser una falsificación.

Fue el propio Joan Vives Llull quien le enseñó a José Mir Morlà sus nociones de pintura y, de hecho, le convirtió en uno de sus discípulos predilectos. La estrecha relación de confianza que se estableció entre ambos hizo que el maestro le recomendara personalmente para hacer negocios con una prestigiosa joyería de Barcelona. La denuncia del Ayuntamiento dará pie a una investigación para aclarar todo el asunto.