Hay en el trabajo realizado por Joan Josep Serra Ferrer un sustrato
que puede permitir al Consell Insular acometer la recuperación de
algunos de estos molinos antes de su definitiva desaparición. Por
ello no es de extrañar que una buena parte del volumen entregado a
la máxima institución pitiusa se centre en poner sobre la mesa el
estado que presentan hoy día estos molinos, cuáles son sus
patologías más frecuentes y qué directrices deberían regir su
rehabilitación.
Acerca de los daños que presentan estas estructuras, el autor
del estudio destaca la cercanía con ambientes muy salinos, que
atacan a los morteros y las piedras de fábrica descomponiendo
lentamente los muros de las torres de los molinos, y la
inexistencia en algunos casos de cimientos sólidos que los
sustenten, lo que provoca que muchos de los muros presenten grietas
verticales. Pero no sólo el salitre y la tierra provoca estos
daños. Serra Rodríguez fija su atención en la vénda del Racó de Ses
Salines, en Sant Francesc, donde las explosiones de la cercana
cantera de Ca n'Orvai ha causado daños de diversa consideración en
molinos, albercas, cisternas y viviendas.
Por lo que se refiere a la propia maquinaria, para el autor del
estudio «es obvio que el deterioro de ésta está motivado, por una
parte, por el propio uso y el envejecimiento natural de los
materiales y, por otra, por el abandono que la mayoría de estos
molinos padece». Además, en los molinos de ventall debe tenerse en
cuenta, según Serra Rodríguez, que se trata de infraestructuras
«que tienen entre cincuenta y cien años de antigüedad, incluso más
en algunos casos, y que el material predominante en su construcción
es la madera». Teniendo en cuenta esta situación, el investigador
concluye que el prolongado uso y la agresión meteorológica ha
provocado «su lamentable estado actual». En los molinos de vela
fija, donde predomina el hierro laminado, el estado suele ser bueno
a excepción de aquellos que han sufrido «sobreesfuerzos excesivos
debido a fenómenos meteorológicos de carácter excepcional», tal y
como sucedió con el molino de Can Savina, en los accesos al
aeropuerto, donde una racha de viento arrancó parte de la
estructura, arrojándola sobre la carretera.
Para atajar toda esta problemática, Serra Rodríguez propone tres
tipos de intervención: restitución morfológica, rehabilitación
funcional y rehabilitación integral, dejando a la opinión de los
técnicos cuál debe ser de éstas la que se escoja para cada caso en
concreto.
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