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«Adiós a Segunda B, adiós a Segunda B, adiós a Segunda B». Fue uno de los cánticos que se oyeron ayer en Can Misses en la fiesta de la UD Ibiza. Los jugadores celestes llegaron al estadio tras darse el primer baño de masas en el Parque Reina Sofía y por las calles de Vila en el autobús descapotable.

Desde las 19.00 horas, Can Misses fue cogiendo color con la llegada de los primeros aficionados. El ambiente fue bueno, fue bonito, pero lo cierto es que no se ocuparon las mil localidades disponibles, poco más de la mitad acudió, y hasta la llegada de los protagonistas solo la música caldeó a los presentes.

La fiesta comenzó pasadas las 20.30 cuando Morillas, speaker improvisado, se dirigió al público desde el túnel de vestuarios. Primero presentó a los miembros del staff y luego al cuerpo técnico. Estos dieron paso a los verdaderos protagonistas, los jugadores. Morillas comenzó con Germán y al más puro estilo Pepe Reina para deleite de los aficionados señaló: «Nuestro portero, nuestro guardameta, el que tanta gloria nos ha dado en estos partidos, Germán Parreño». «Nuestro amigo el carnicero. El que te roba la pelota, pero también te pega: Fran Grima», continuó.

Así uno tras uno fue presentando a todos sus compañeros, que salían del túnel de vestuarios hacia el círculo central para recibir el aplauso del público presente en Can Misses.

Una vez presentados todos, la fiesta continuó con diferentes cánticos como el ya mencionado antes de Adiós a Segunda B o clásicos de la afición celeste como el Força Eivissa. Los jugadores cantaban y el público respondía.

También hubo tiempo para los discursos. El primero en tomar la palabra fue Cirio, el capitán. Este se dirigió al público asegurando que pese a que no pudieron acudir a muchos partidos por la covid, «os hemos sentido cerca y sin vosotros no lo hubiésemos conseguido».

Ambición También el técnico Juan Carlos Carcedo se acordó de la afición, pero fue un poquito más allá: «Quiero dar las gracias a Amadeo. Era mi primer año como entrenador, era una elección difícil dónde ir y ellos apostaron por mí y quiero agradecerlo. Hemos formado una familia y hemos podido demostraros el proyecto. Un proyecto que tiene vistas de poder llegar muy alto. Ibiza se va a conocer futbolísticamente en toda España. Hemos conseguido un sueño y queremos y soñamos más para el año que viene. Vamos a poner los medios para lograrlo». Un mensaje ambicioso que concluyó con fuerza: «Confiad en este equipo».

También habló el presidente Amadeo Salvo: «Gracias a la gente que nos ha apoyado y nos va a seguir apoyando. No os imagináis lo importante que sois. Nosotros vendemos ilusión y eso lo hacemos por vosotros. Si no es por ese esfuerzo que habéis hecho vosotros os aseguro que no estaríamos celebrando un ascenso a segunda». «Esto pasará de abuelos a nietos y será un club con entidad e ilusión», aseguró un Salvo que acto seguido fue manteado por los jugadores.

Tras el tiempo de los discursos, volvieron las canciones. Los jugadores también se acercaron a saludar a los aficionados y regalaron sus camisetas. Fue el broche de una fiesta merecida.

Entre tanto, Javi Pérez señaló: «Al principio cuesta un poco, pero, poco a poco, con el paso de los días hay que ser consciente de lo que has hecho y valorarlo». Además, el centrocampista que reconoció que el campo cambiará bastante la próxima vez que jueguen allí destacó el proyecto: «Todos sabemos que el club superambicioso y esto no tiene techo. Vamos a seguir peleando por todo y seguiremos avanzando. Ojalá en lo más alto pronto posible».

El gran protagonista de la noche de ayer fue Morillas, que reconoció que le habían pedido que fuese el speaker porque siempre está haciendo bromas en el vestuario. «Estábamos convencidos de que podíamos conseguir el ascenso, pero también sabes que estas cosas se deciden por detalles y que no es fácil. Los números que hemos hecho han sido impresionantes y estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho. Es un premio muy merecido», concluyó.

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