Toni Arabí y Mariano Riera en la presentación del nuevo técnico a la plantilla en vestuarios. Foto: M.T.

El presidente de la SD Eivissa, Mariano Riera, encontró, en menos de veinticuatro horas, un sustituto para José Antonio Luna. Toni Arabí, entrenador que ya dirigió al Eivissa hace cuatro temporadas, vuelve de nuevo para afrontar el trance más complicado de su carrera como técnico: reflotar a un equipo en precario, o sea, en situación de descenso y que no ve salida al túnel de las derrotas.

Tras toda una mañana de rumores no confirmados sobre la posibilidad de que el técnico que fuera capitán del RDC Espanyol se hiciera cargo del equipo, Mariano Riera realizó la convocatoria esperada y reunió a la plantilla al completo ayer a las 20'00 horas, en el estadio de Can Misses. La razón aducida por Arabí para aceptar la oferta de Riera, que le fue presentada la misma noche del lunes, fue una apelación a la gran deuda que el nuevo 'míster' tiene con el histórico club ibicenco: haber dado el salto a la primera división y en el club periquito.

Arabí, en sus primeras declaraciones tras asumir el cargo, reconoció que el equipo se encuentra en una situación muy difícil "en puestos de descenso y con cinco derrotas consecutivas" «pero queda mucha liga por delante». Para Arabí, «es una situación que tenemos que sacar entre todos: el técnico, desde el banco; los jugadores en el terreno de juego y la afición desde la grada». En cuanto a los presumibles fichajes, el técnico no ha pedido nada. Arabí señaló que la plantilla «es amplia», «con un buen número de jugadores» y que «con lo que hay, estoy seguro de salir adelante».

Para Arabí, los resultados son vitales en esta categoría aunque reconoce que a los jugadores y al técnico les gusta más perder conscientes de haber cerrado un buen partido. «Estoy seguro que el equipo no se merece estar en la situación que está», indicó en relación a su trayectoria y señaló que su presencia en el Eivissa tiene un objetivo: «Tratar de que, con el trabajo de todos, la mala racha cambie a positiva y que el Eivissa se salve», apuntó.

En cuanto al tipo de juego que se verá sobre la cancha, Arabí se limitó a decir: «A mi me gustaría que jugáramos de puta madre. Defender cuando no tengamos el balón y atacar con cabeza cuando tengamos el balón». Agregó, en cuanto a si se verá un fútbol de la antigua escuela, que «mi fútbol parecerá más antiguo porque soy mayor que Luna». En referencia a su antecesor, Arabí le calificó como «gran trabajador y gran persona». Además, afirmó que «si los resultados no acompañan, la cuerda se rompe siempre por el mismo sitio. Los entrenadores dependemos de los resultados, si éstos son buenos todo el mundo es bueno; si son malos, se buscan revulsivos».