Baloncesto

El Puig d´en Valls venció por un suspiro

Gracias a una decisiva Verónica Ruiz en los instantes finales y una voluntariosa aportación del banquillo pudieron vencer al Joventut Mariana

13/02/00 0:00

70 PUIG D'EN VALLS (39+31): Ruiz (14), Hernández (0), Coll (6), Barranco (21) y Magre (17) "cinco inicial", Ortiz (0), Piqueras (9), Roig (0) y Bernaus (3).
69 JOVENTUT MARIANA (25+44): Picallo (9), Eugenio (19), Pérez (0), Castañes (0) y Seguí (4) "cinco inicial", Puente (27), Vives (2) y Forteza (7).

Àrbitros: Mohamed y Planells. Expulsaron por cinco faltas a Magre, Barranco y Piqueras del Puig d'en Valls, y a Vives del Joventut Mariana.
Parciales cada cinco minutos: (15-10), (22-13), (26-16), (39-25) "descanso", (48-31), (52-43), (60-56) y (70-69).

XAVI OLTRA
El Puig d'en Valls se llevó una trabajadísima victoria ayer en el municipal de Santa Eulària ante el temible Joventut Mariana por un sólo punto, y de esta forma se convierte en el líder en solitario de la Segunda femenina. Las ibicencas llegaron a ganar de casi 20 puntos en la segunda mitad pero el bajón defensivo y la eliminación de Barranco les hizo perder un valioso basketaverage, que no obstante, no resta mérito alguno a la victoria.

El inicio del partido fue claramente para las locales. La defensa del Puig d'en Valls rozaba la perfección y ahogó el ataque estático de las mallorquinas hasta que salió a pista Puente "inexplicablemente no titular". Pese a la reacción visitante, las ibicencas siguieron dominando en el marcador con rentas de 10 puntos y con gran seriedad atrás. En la segunda mitad la tónica inicial fue la misma. El técnico mallorquín dispuso una zona 2-1-2 para cambiar el sentido del partido pero una gran Barranco, que era asistida por sus compañeras, hacía añicos la defensa rival. Con su quinta falta llegaron los problemas.

Las locales perdieron la concentración en defensa al no verse fluidas en ataque. Puente "la segunda mejor jugadora de la Liga" empezó su festival particular y los últimos cinco minutos fueron de infarto. Como las desgracias nunca vienen solas Magre también desfiló al banquillo por faltas y Ruiz tuvo que coger el mando. Y de que forma lo hizo. Resolvió con carácter ganador el choque con un enceste decisivo.