Olor a gasolina quemada, rugidos de velocidad, nervios sobre ruedas
y algún que otro susto o imprevisto se pudieron ver ayer en el
hipódromo de Sant Jordi, escenario de la segunda prueba puntuable
para el II Campeonato de Ibiza de velocidad en tierra.
Cerca de cincuenta coches divididos en tres categorías
disputaron ayer el espectáculo de motor más importante de Eivissa y
que más expectación levanta. Una vez más, el público respondió a la
llamada del circo del motor y unas 600 personas ocuparon las gradas
del hipódromo para ver las carreras.
Los vencedores finales: José Cardona, con un Opel Corsa, en la
categoría A; Marcos Moreno, con un Ford Escort, en la B, y Manuel
Adana, con un Renault 5 GT Turbo, en la C, se impusieron a nueve
corredores más en la final de la jornada, a la que habían llegado
después de series de entrenamientos y, en algunos casos, de la
repesca.
Tras los entrenamientos, siete coches, los mejores tiempos,
quedan clasificados para las finales de cada categoría. Las otras
tres plazas para la carrera donde se ponen en juego los puntos para
la clasificación general del Campeonato de Ibiza se deciden en la
repesca. Esta carrera enfrenta a los siete tiempos que han quedado
fuera de la primera criba. Precisamente aquí, es donde se produjo
uno de los momentos tensos de la jornada. La repesca de la
categoría C enfrentó a cinco coches muy igualados, que en su afán
por alcanzar el pase a la final provocaron varios choques, trompos
y salidas de pista, por las que se tuvo que dar la salida tres
veces.
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