Patio de la casa particular donde vivían hacinados los animales domésticos en el municipio de Sant Antoni.

La Policía Local de Sant Antoni de Portmany denunció a una vecina de la zona de Buscastell por tener cerca de 100 animales domésticos en su vivienda particular. Los agentes, junto al técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento, procedieron a localizar la semana pasada una casa donde encontraron más de 70 perros y unos 30 gatos.

La inspección se llevó a cabo con la colaboración del veterinario del Consell Insular de Eivissa quien certificó el estado en el que se encontraban los animales. Según explicó la denunciada, una mujer alemana de 72 años, las mascotas habían sido recogidas de la calle y, por lástima, se encargaba de cuidarlas, hecho que provocó diversas denuncias vecinales por el ruido que los perros y gatos provocaban, así como también por el olor que los animales desprendían.

Los agentes y los técnicos pudieron comprobar que sólo tres de los animales disponían del correspondiente chip obligatorio así como de la cartilla sanitaria. Por este motivo se iniciaron diversas denuncias administrativas por este asunto.

Los técnicos del Consistorio y del Consell constataron que el estado de salud de los animales era bueno, que alguno sufría sobrepeso y que la casa donde vivían no era el lugar idóneo ya que no disponían del habitáculo necesario para resguardarse de las inclemencias del tiempo y se encontraban rodeados de excrementos de las propias mascotas.

La Policía Local de Sant Antoni puso los hechos acontecidos en conocimiento del Ayuntamiento y se han iniciado los trámites necesarios para regularizar la custodia de los animales, la vacunación y censo de los mismos, pudiendo llegar a trasladarlos a un lugar especializado, si la situación lo llegase a requerir.

LA NOTA

Le daban lástima

La mujer denunciada recogía los animales de la calle porque, simplemente, le daban lástima, pues no tiene ninguna enfermedad diagnosticada. Se trata de una mujer alemana con residencia española y tiene 72 años de edad. Los agentes están en proceso de identificar con chip a todos los perros y gatos hallados en la casa, y también están determinando cuántos animales pueden permanecer en la vivienda en función de la extensión del terreno disponible, tal y como establece la ordenanza municipal.