Imágenes de la elaboración. | Marina Yeste

El Consell de Ibiza junto a la Pimeef organizó ayer un taller de elaboración de flaó, uno de los postres ibicencos más populares. Elaborado a base de queso, su preparación va ligada desde hace siglos a las celebraciones ibicencas. El taller, impartido por la chef Marga Orell, tuvo lugar en el Forn Can Coves y a él asistieron cerca de una treintena de personas interesadas en aprender a elaborar un flaó tradicional. «Parece fácil cuando lo ves, pero no lo es tanto», señaló entre risas Marta, una de las asistentes.

El secreto está en la masa

Los asistentes empezaron primeramente elaborando las orelletes, otro dulce típico de Ibiza, y que su preparación es bastante similar a la base del flaó. Para ello, Orell utilizó 100 gramos de azúcar, 50 gramos de leche, un huevo, un sobre de levadura y ralladura de limón. «Es importante únicamente utilizar la parte amarilla del limón porque la blanca amarga», puntualizó la chef. Seguidamente, Orell señaló que es imprescindible añadir los 250 gramos de harina poco a poco, hasta conseguir la textura «perfecta». «Debe quedar una masa compacta, que se pueda coger con las manos y no se pegue», explicó Orell mientras los asistentes preguntaban si su masa ya estaba para dejarla reposar.

La segunda parte del taller consistió en elaborar el flaó. De hecho, Orell señala que tradicionalmente su elaboración estaba estrechamente unida a la preparación del flaó. «Los payases utilizaban los restos o recortes de les orelletes para utilizarlo en la base del flaó, ya que no querían usarlo para hacer más orelletes porque, al haberles añadido harina, se quedaban muy duras», detalló la chef.

En este sentido, Orell explicó que la base de este dulce es exactamente igual que la de les orelletes, con la diferencia de que este no lleva leche y la cantidad de levadura es «únicamente una cucharadita». Lo complicado, como señala, es el relleno. «El truco está en poner el huevo mezclado con el azúcar en una parte y el queso mezclado con la hierbabuena por otro. Cuando tengamos el molde untado y el horno caliente, se mezclan ambos en un mismo bol. Es imprescindible no dejarlo reposar, sino se corta», concluyó.