Un joven malagueño tendrá que pagar 3.200 euros, entre una multa y una indemnización, por propasarse con una chica de Sant Antoni a la que no sólo realizó tocamientos deshonestos cuando ésta caminaba por la calle sino también por vejarla acompañando los abusos con una retahíla de frases soeces. Ninguno de ellos se conocía con anterioridad.
La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Rodríguez, ha impuesto esta condena a dicha persona, de 18 años, después de que en la madrugada del pasado 7 de agosto se abalanzara sobre la víctima, que iba acompañada a pocos metros por su hermana, en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni y le levantara la falda, tocándole los glúteos. Tras darse ésta la vuelta, el acusado continuó con los tocamientos, ésta vez en los genitales, al tiempo que tiraba del tanga del afectada.
Zapatos
«La mujer cogió uno de sus zapatos comenzando a golpear al acusado, acudiendo su hermana en su ayuda, diciéndoles aquél frases y palabras tales como zorras, putas, guarras y asquerosas», señala como probado la sentencia.
En ella también se recoge que los insultos continuaron a continuación, momento en el que el sospechoso dijo: «Lo que os haría falta es que os metieran una polla así de grande -representando con sus manos el tamaño al que se refería-., pero no lo hago porque la ley se me cae encima». Esta expresión la repitió también dicho individuo cuando intervino una patrulla de la Policía Local de Sant Antoni.
«Como consecuencioa de ella, la afectada sufre todavía una angustia y sentimiento de culpabilidad, que no le permite seguir usando falda», añade también como cierto la sentencia. El incidente ocurrió sobre las seis de la madrugada cuando las dos jóvenes salían de una discoteca de Sant Antoni en la que se había celebrado una fiesta de la espuma y caminaban por la calle de regreso a su domicilio particular.
La juez impone al acusado una multa de 2.700 euros al acusado y que haga frente a una indemnización de 500 euros en beneficio de la víctima.

Apelando a su formación musulmana
El acusado dijo en el juicio no sólo no recordar nada sino que afirmó que le extrañaba haber protagonizado la conducta que se le imputaba porque él era de religión musulmana y tenía una hermana, tal y como también se recoge en la sentencia.