Imagen de la residencia Can Blai, en Santa Eulària. | Archivo

Trabajadores de la residencia Can Blai, en Santa Eulària, volvieron a denunciar este lunes la «insostenible» situación que, aseguran, se vive a diario en este centro de mayores.

Según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera un profesional que prefiere preservar su identidad, en la mañana de ayer sólo dos auxiliares estaban atendiendo a los usuarios de Can Blai. Tal como relató, y aunque siempre han sufrido problemas de personal, la situación se ha agravado en las dos últimas semanas y las plantillas han pasado de contar con tres o cuatro auxiliares a tan solo dos «para atender a 50 abuelos».

«Nos da vergüenza porque no podemos atenderlos bien. Cuando a uno le tienes que dar el desayuno, el otro ya se quiere levantar. Es insostenible la situación y aquí no vienen ni terapeutas a ayudarnos ni psicólogos a ver a los internos. Si no es por los auxiliares, ellos estarían dejados de la mano de Dios», lamentaron.

Este trabajador aseguró que la reducción del personal se debe a un reciente concurso oposición al que han debido presentarse. Muchos no han conseguido la nota necesaria; unos pocos han entrado por méritos y además «han echado a la mitad de la plantilla», comentó.

Dos auxiliares desplazadas a modo de refuerzo desde Mallorca están también a punto de finalizar su contrato. «Entre que somos dos auxiliares y ahora se va a ir uno, sólo va a quedar otro en planta. Por más que queramos, es imposible atender correctamente a todos los internos», denunció.

La falta de personal se percibe en acciones tan sencillas como el afeitado de los mayores, una práctica que se realiza en días alternos aunque a veces resulta imposible por falta de tiempo que los auxiliares puedan afeitar a todos los varones internos de Can Blai.

Los trabajadores criticaron la pasividad de los responsables del centro a la hora de poner solución a esta sorprendente situación.

Otra queja de estos profesionales es la falta de aire acondicionado en uno de los veranos más calurosos que se recuerdan. «Al final, sólo pusieron cuatro pingüinos en cuatro habitaciones de internos cuyas familias se quejaron. Fueron cuatro aparatos que fueron cuatro catástrofes», afirmaron estos profesionales, que criticaron el mal resultado de la medida.

El pasado mes de agosto, y según publicó este rotativo, los internos y trabajadores de Can Blai llevaban semanas sin aire debido a una avería en el sistema de climatización. El Govern aseguró entonces que la situación estaba en vías de solucionarse.

En relación a la comida que se sirve en Can Blai, en los últimos meses las quejas no han hecho más que aumentar y, según los trabajadores, este domingo muchos internos se fueron a la cama sin cenar al servirles un pescado «que parecía que había estado al sol tres meses».

«En el resopón, sólo nos dan tres litros de zumo para 50 abuelos, que no les toca ni a medio vaso a cada uno. Hay compañeras que han traído el zumo de su casa para podérselo dar a los internos», insistieron.

En algunas ocasiones, auxiliares de guardia que compran su cena para las guardias, acaban comprando también comida para algunos usuarios.

Varios profesionales lamentaron ayer que pocas veces durante sus años de profesión han visto situaciones tan precarias como la de Can Blai. «No sé quién nos tendría que ayudar, pero pedimos que alguien intervenga. Es inhumano, tanto para los abuelos como para nosotros», concluyeron.

Respuesta

Desde la residencia aseguraron que este lunes el turno matinal comenzó con dos auxiliares para un total de 29 usuarios, según la ocupación de la planta. La dirección afirmó que también este lunes contaron con un celador, por lo que eran tres los profesionales para asistir a los internos. Al mismo tiempo, había dos técnicos dando apoyo en los servicios de alimentación y transferencias, según manifestaron.

Los responsables de Can Blai se defendieron así de las críticas, reiterando que sólo ayer eran cinco las personas destinadas a atender a estos 29 usuarios de la planta, además de otro personal que también asiste a los internos como enfermeras o psicólogos.

El pasado mes de agosto, trabajadores del centro ya denunciaron que la falta de personal estaba provocando que los auxiliares «estén reventados, con turnos de hasta 12 horas». De hecho, explicaron entonces que lo normal es que haya cuatro auxiliares en los turnos de mañana y tarde y dos durante la noche. Justo hace varios meses, algunos turnos de mañana y tarde ya sólo estaban cubiertos por dos auxiliares, con lo que era muy complicado dar de comer, cambiar o mover a tantos usuarios.

La consecuencia es que «los pocos que estamos, aguantamos unos días y acabamos dándonos de baja porque no puedes con la espalda», insistieron, recordando que la falta de personal es un problema que se repite todos los veranos en Can Blai, aunque en esta ocasión se ha agudizado. «Los que pueden se van a Can Misses porque esto es un matadero para nosotros», reiteraron.