El conseller d’Educació se reunió el martes con el presidente del Consell y alcaldes de Ibiza. | Arguiñe Escandón

La comunidad educativa de Ibiza ha acogido con escepticismo los anuncios de mejora formulados por el nuevo conseller balear de Educación, Antoni Vera, en su primera visita a la isla. Tanto las familias como los sindicatos han valorado la «voluntad» de Vera de mejorar la situación que atraviesa el sector educativo ibicenco. Sin embargo, señalan que es necesario que los compromisos se conviertan en hechos.

«Esta música ya la hemos escuchado en muchas ocasiones», ha señalado el portavoz del sindicato Stei en Ibiza, Pere Lomas, «no es ninguna novedad porque los diferentes consellers que han ido pasando han empezado siempre su trabajo con esta voluntad. Las intenciones son buenas, pero queremos hechos». Lomas ha señalado que, frente a esta voluntad, la Conselleria autonómica de Educación suele chocar «de forma estrepitosa con la realidad de Ibiza». Y es que, ha recordado, «aquí hay muchas dificultades para encontrar suelo, empresas que hagan el trabajo, trabajadores…». Y así esta «realidad ibicenca» provoca que «los problemas históricos» del sector educativo en la isla sean «difíciles de resolver».

El portavoz del Stei considera que el problema más grave de las infraestructuras educativas en la isla es el de la falta de mantenimiento. Algo que provoca que problemas que podrían solventarse fácilmente acaben necesitando «actuaciones más potentes». «Los centros educativos», ha subrayado el sindicalista, «son patrimonio de todos los ciudadanos y debería haber un trabajo metódico, continuado y exhaustivo en los mismos». Lomas considera que «no hay que crear alarmismo» porque «los centros no están para caerse». Sin embargo, deja claro que los docentes como trabajadores y los alumnos como usuarios «han de tener unas instalaciones adecuadas».

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Desde el Stei se considera que otro de los problemas es el de la falta de presupuestos suficientes para este mantenimiento de los centros. Una carencia que provoca que los problemas se agraven y su solución sea aún más costosa. Y a esto se añade que los equipos directivos de los centros se ven obligados a actuar como si fueran «contratistas de obra». «Los docentes», ha señalado Pere Lomas en este sentido, «se tienen que dedicar a la docencia. No puede ser que el equipo directivo tenga que asumir una agenda de reparaciones».

La presidenta de la FAPA, Pepita Costa, ha señalado, por su parte, que la entidad se ha reunido ya en dos ocasiones con el conseller de Educación en las últimas semanas para trasladarle su visión de la situación. «Está muy bien que venga a Ibiza para conocer la situación de primera mano», ha afirmado Costa, «pero los problemas que ha relatado son problemas que ya conocemos las familias y los sindicatos desde hace años y cuya solución hemos reivindicado muchas veces».

Costa considera «muy positivo» que Educación tenga previsto priorizar las inversiones en Ibiza, según anunció el conseller el martes. Y es que «el problema aquí es muy grave». Sin embargo, la presidenta de la FAPA ha exigido a Antoni Vera que estos compromisos «se materialicen en hechos», sobre todo en casos como el del instituto Xarc. Costa, no obstante, ha dejado claro que las infraestructuras educativas en Ibiza no están en una situación de riesgo y que buena parte de los problemas se deben al hecho de que muchas de ellas «tienen ya más de 30 o 40 años». «Son centros que están en una situación deplorable», ha denunciado, «pero esto es algo que se conoce desde hace años». «Esto lo sabían los que estaban gobernando y los que estaban en la oposición», ha lamentado, «así que ahora valoramos el compromiso del conseller pero iremos vigilando para que todas estas promesas se materialicen en hechos y, por supuesto, seguiremos exigiendo que se construyan nuevos centros educativos».