A las once y media de la mañana decenas de personas se congregaron delante del bar Rute y del bar Escandell en la calle Navarra de Vila, a la espera de que comenzase la manifestación del día Internacional de los Trabajadores.

Gorras, pancartas, silbatos y muchas gafas de sol fueron los elementos más vistos durante todo el recorrido que duró poco menos de una hora hasta su llegada a Vara de Rey. El sol, por eso de ser primero de mayo, quiso colaborar con la causa y hacer de su presencia una nota más que destacable. Y lo consiguió. El termómetro colocado en la avenida España poco antes de las doce marcaba 21 grados.

A las 11,40, las doscientas personas que ayer participaron en esta marcha comenzaron su recorrido al son intermitente de los silbatos.

Muchos curiosos

Decenas de personas en los balcones e innumerables individuos asomaron su curiosidad para ver qué se estaba cociendo en la principal vía de Vila. Los integrantes de la marcha, que paseó tranquila por las calles, llamaron en diferentes ocasiones la atención de estas personas al grito de «Ú-NE-TE, no nos mires...», pero más que unirse, muchos curiosos optaron por volver al interior de sus casas o bien, si estaban en la calle, coger un tríptico y seguir su camino.

A la cabeza de la congregación no faltó la seguridad, dos motocicletas de la policía local y un coche de la nacional. Quien también se encargó del orden del desfile fue Ismael Roldán Martín, un niño de siete años que montado en su bicicleta mountain bike y ondeando una bandera de UGT dirigió la multitud hasta Vara de Rey, donde a las doce y media del mediodía los sindicatos leyeron sus manifiestos.

Los gritos y cantos no fueron muy numerosos y no se pudieron escuchar hasta la altura del Clínic Balear donde el secretario general de CCOO obreras, Felipe Zarco gritó: «¡Esto parece una procesión!». Acto seguido y ya como una obligación, los militantes comenzaron a gritar entre risas ahogadas: «¡Por un salario justo y más igualdad!», o bien cantinelas como «La ley de igualdad, trae vanidad.»

Bàrbara Munar