Imagen de la residencia de la familia Schumacher en el Port d'Andratx. | Michel's

El 29 de diciembre de 2013, la vida de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos dio un vuelco inesperado. Horas después, comenzaron a llegar sesgadas informaciones sobre un serio accidente que había sufrido el piloto alemán Michael Schumacher, que se encontraba pasando las vacaciones navideñas con su familia en Meribel, en plenos Alpes. Un duro golpe en la cabeza al caerse mientras transitaba fuera de las pistas obligó a su traslado en helicóptero a un hospital de Grenoble (Francia), donde se sometió a una operación de urgencia al sufrir un «traumatismo craneoencefálico con coma, que requirió de una intervención neuroquirúrgica inmediata», refería aquel primer parte médico.

El mismo que reflejaba que el pronóstico vital del 'Kaiser' era «comprometido». En ese punto, se inició un periodo de recuperación lento, en el que su familia y representante intentaron evitar todo tipo de especulaciones. Finalmente, Schumacher salió del coma durante el mes de junio de 2014, antes de ser trasladado a Suiza, primero al hospital de Lausana y posteriormente a su casa, quedando en estado vegetativo.

Pero Michael Schumacher ha tenido una relación muy estrecha con Mallorca, antes incluso del accidente, aunque fue posteriormente cuando su discreta vida se ha relacionado más directamente a la Isla y al Port d'Andratx. Allí, su esposa Corinna adquirió en 2018 y por unos 30 millones de euros la espectacular vivienda que en su día compró el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en el año 2005. Un espacio alejado de los focos, en el que disfrutar de la intimidad que requería la delicada salud de 'Schumi', sobre la que apenas han trascendido detalles durante la última década. Ahí, empezó a hablarse seriamente de su traslado a la Isla.

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Corinna, esposa de Michael Schumacher, en un Gran Premio.

Una residencia ubicada en lo alto, con una superficie de 15.000 metros cuadrados con vistas al mar y protegida por pinos en la exclusiva Urbanización 'Las Brisas' del Port d'Andratx. Ese ha sido el refugio mallorquín de Michael Schumacher, su esposa y sus hijos -Gina, Maria y Mick-. En un principio, a caballo entre Suiza y Mallorca, viajando en un avión medicalizado y de manera más que discreta, recibiendo unas pocas y elegidas visitas, como la de quien fuera su jefe en Ferrari y presidente de la FIA, Jean Todt.

En su casa de Andratx pasó largas temporadas, apoyado por un equipo médico permanente, las 24 horas del día. Pero en verano de 2022, las noticias sobre la posibilidad de que Michael fijara su residencia en Mallorca empezó a coger forma. La adquisición por parte de su familia Schumacher de una nueva propiedad, una finca de 54.315 metros cuadrados cercana al mar, en el Port d'Andratx, que cuenta con un amplio espacio en el que podrían criar caballos y montar su propio rancho, tal y como hacen en Suiza o Texas, siendo una de las grandes pasiones de Corinna y Gina Schumacher, mujer e hija del legendario piloto.

A punto de cumplir 55 años -lo hará el próximo 3 de enero- y pudiéndolo celebrar en Mallorca, la salud de Michael Schumacher sigue siendo un misterio. Apenas algún fogonazo se puede adivinar gracias a lo que dejan entrever quienes le han podido ver. Es el caso de Jean Todt, aunque otros como la ex de Flavio Briatore, Elisabetta Gregoraci, quien dio varias pistas. «No habla. Se comunica con los ojos. Solo tres personas pueden ir a verlo y yo sé quiénes son», afirmaba, añadiendo que «se mudaron a España -en referencia a Mallorca- y su esposa ha montado un hospital en esa casa».

Incluso hay quienes afirman que «puede sentarse y dar pequeños pasos», pero todo sigue siendo un misterio en torno al día a día de una estrella que sigue brillando, y parece que desde lo más alto de la accidentada orografía del Port d'Andratx, donde parece que ha discurrido buena parte de la nueva vida de Michael Schumacher.