En 1984, justo hace treinta años, un folleto muy particular revolucionó Eivissa. Era Les Rendez-Vous du Sexe a Ibiza, una idea editada por un empresario belga para dar a conocer «los bares, los clubes, las playas para heteros o para homosexuales» de la isla en los que era más fácil mantener relaciones sexuales con turistas o residentes. «Ibiza es una isla de sexo, amor, música y locura; las más bellas chicas y los más guapos muchachos se reúnen en ella todos los años y como usted vienen para vivir el éxtasis. Quieren encontrarle y usted quiere encontrarlos. Hemos concebido esta guía para ayudarle, seleccionando los lugares donde estos encuentros se puede lograr sin equívocos». Así se presentaba la publicación. Más claro, agua.
El escándalo ‘Les rendez-vous du sexe a Ibiza’
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“Las chicas y los chicos guapos quieren encontrarle y usted quiere encontrarles para vivir el éxtasis”. Así rezaba la oferta de prostitución de lujo disfrazada de amor libre. Aquel folleto turístico arraigó y ahora podemos estar orgullosos de tener los clubes-prostíbulos más importante del Mediterráneo. Y si no tiene dinero ni tampoco escrúpulos con su pareja, puede que las vacaciones le salgan gratis. La pena para Ibiza es que toda esta fortuna se paga en negro, sin impuestos y vuela de la isla entre las aves migratorias. Y aquí quedamos boquiabiertos con la palangana en la mano.