Una acción del partido.

El Class Bàsquet Sant Antoni no ha dicho todavía su última palabra en la eliminatoria definitiva para decidir el ascenso a la LEB Oro. El conjunto ibicenco salió este sábado vivo de su enfrentamiento ante el Starlabs Morón, en el partido disputado en un abarrotado Pabellón Alameda. A pesar de la derrota (74-65), el conjunto entrenado por David Barrio mantiene vivas sus opciones de subir a la segunda categoría del baloncesto masculino español, pero necesitará remontar una ‘asequible’ desventaja de nueve puntos. El próximo sábado, en el partido de vuelta, Sa Pedrera será una caldera para espolear a su equipo y lograr un sueño que todavía es posible.

Kouadio, autor de 20 puntos y una valoración de 24, fue una pesadilla para el bloque sanantoniense, en el que Uclés (15 puntos), Da Silva (14 puntos) y el capitán Grimau (12 puntos) fueron los estandartes. Al Sant Antoni, con 7 de 32 en triples, le penalizó el acierto desde los 6,75 metros. Toca mejorar en ese apartado y también en defensa, pero queda eliminatoria todavía.

En un ambiente espectacular, con dos aficiones hermanadas, el Morón supo aprovechar el apoyo de su entusiasta grada para lograr el triunfo. La carta de presentación de los sevillanos fue un 9-0 de salida, ante el que intentaron reaccionar los ibicencos. Sin embargo, el marcador se fue hasta el 15-4, lo que obligo a Barrio a pedir el primer tiempo muerto. Los de Portmany resetearon y un 0-7, con puntos de Grimau, De la Rúa y Tomaic, dejaron las cosas en el 15-11. Sin embargo, el Morón continuó apretando y los baleares encontraron en Uclés a su hombre más entonado. El primer cuarto acabó 25-15.

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El segundo parcial arrancó con un mate de Da Silva para fijar el 25-17. Sin embargo, cada vez que el Class se acercaba los locales pisaban el acelerador. Cinco puntos consecutivos volvieron a poner a los moroneros por encima de los diez (30-17), pero el Sant Antoni no se descompuso. A base de aferrarse a la pista y de creer en sus opciones, los de Barrio llegaron a acercarse mucho (37-29). No fue suficiente, porque el Morón volvió a dar un nuevo golpe, aunque en el tramo final apareció el mejor Uclés para mantener a flote a los suyos. Con el 40-33 se llegó al descanso.

En el intercambio de golpes del tercer cuarto, el Sant Antoni siguió haciendo la goma en el marcador. El acierto de los locales hizo que se escaparan de 17 puntos. Un triple de José Alberto Jiménez fijó el 59-42. Fue el momento más crítico de los de Barrio, que tuvo que pedir tiempo para frenar el chaparrón. La afición pitiusa, de unos 70 seguidores, sufría con los suyos, pero no arrojaba la toalla. Tampoco el equipo ibicenco, que empezó a encontrar más acierto en el tiro exterior. Un triple de Tomaic y otro de De las Rúa dejó las cosas en 59-48. Llovía menos. El técnico del Morón, José Antonio Santaella, pidió tiempo para refrescar las ideas de los suyos. El acto se acabó con 62-50, y la afición ibicenca gritaba el ‘¡Sí se puede!’.

El Sant Antoni sufrió en el último cuarto. El Morón se volvió a marchar de 17 puntos (72-55) cuando quedaban poco más de seis minutos de partido. Pero un triple de Grimau y un mate de Da Silva dio aire a los pitiusos (72-60). Los isleños sacaron coraje y, en un esfuerzo final, consiguieron bajar de la barrera psicológica de los diez puntos. El partido acabó con un 74-65 que da ventaja al Morón, pero el Class Sant Antoni está aún muy vivo.