Javi Rodríguez frenado por la defensa de Novás en el último partido de liga disputado. | Moisés Copa

El polideportivo de sa Blanca Dona acoge hoy a las 20.30 horas el partido entre el Trasmapi HC Eivissa y el TM Benidorm correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey de balonmano. Una ronda que los ibicencos disputan por tercera vez consecutiva en su historia ante un rival conocido, ya que se enfrentaron a los alicantinos hace dos temporadas en esta misma eliminatoria disputada en Santa Eulària.

El entrenador de los ibicencos, Eugenio Tilves, señaló que su equipo tiene «poquitas opciones de dar la sorpresa» y añadió que están «centrados en la liga». Por este motivo, el entrenador gallego aprovechará para dar minutos a los jugadores menos utilizados en la competición liguera.
El de hoy será un partido especial para el portero de los ibicencos Roberto Domenech, que está cedido por el Benidorm, equipo al que volverá cuando termine la temporada.

El HC Eivissa afronta la eliminatoria a partido único como un encuentro para que «la afición venga a sa Blanca Dona y disfrute de un equipo de Asobal». «Es un equipo muy bueno y que compite muy bien a pesar del cambio de entrenador y de jugadores» en relación a la temporada pasada. El TM Benidorm, que ocupa la séptima posición en la liga Asobal, empató en la última jornada en la pista del Benidorm, segundo clasificado.

El objetivo del equipo entrenador por Sergio Carballeira es clasificarse para la fase final de la Copa del Rey. Para ello, primero tendrán que superar al Trasmapi HC Eivissa, que afronta la eliminatoria sin nada que perder.

El Trasmapi HC Eivissa empató su último partido de liga y ahora mismo es antepenúltimo. Los hombres de Tilves juegan este domingo contra el UBU San Pablo Burgos, segundo clasificado en la División de Honor Plata.

A falta de siete jornadas para el final de la liga regular, el Trasmapi HC Eivissa ocupa puestos de descenso empatado a puntos con el Valinox Novás y un punto por debajo del Unión Financiera y a dos del Agustinos Alicante y del Alcobendas, por lo que el sueño de la salvación todavía es posible.