Concentración de funcionarios a las puertas del centro penitenciario. Imagen de archivo del año 2018.

A través de un escueto mensaje colgado en el tablón de anuncios, los funcionarios de la cárcel de Ibiza han descubierto que a partir del 31 de mayo se quedarán sin el servicio de transporte de personal que no ha sido renovado por los organismos centrales.

Nada más conocer esta decisión, los trabajadores del centro penitenciario expresaron su malestar por una prestación que se venía ofreciendo "desde hace muchos años", según comentaron a este rotativo. Por el momento, desconocen los motivos exactos de la suspensión del servicio.

"Ibiza es un sitio especial, no por la distancia, pero no hay unos buenos accesos a la cárcel para ir andando ni tampoco hay transporte público hasta allí. Además, muchos funcionarios vienen a trabajar de manera temporal y no se desplazan a la isla con sus turismos. Es un servicio que teníamos que paliaba un poco las circunstancias a la hora de trabajar en la isla", explicaron.

Los funcionarios expresaron su confianza en poderse reunir pronto con la dirección y conocer los motivos exactos de esta suspensión. Según se rumoreó ayer, al haberse presentado al concurso una única oferta a un precio elevado, los responsables en Madrid de Instituciones Penitenciarias habrían declinado renovar la concesión.

Tras la sorpresa inicial, los trabajadores de la cárcel no descartaron organizar algún acto de protesta.

El servicio de autobús era "una especie de complemento al salario", siendo gratuito para los funcionarios de la prisión. Además, cubre los tres turnos diarios en la cárcel de Ibiza. "También se hace por una cuestión de seguridad, evitando que cada uno se desplace con su propio vehículo porque, además, no hay espacio fuera para estacionar. La cárcel está en un sitio sin alumbrado ni un buen acceso. No nos subían el sueldo, pero por lo menos teníamos este servicio", explicaron.

Los funcionarios aprovecharon para denunciar por enésima vez las dificultades existentes a la hora de completar plantillas y como es habitual el problema de la vivienda es la causa principal junto al alto coste de la vida. En el último concurso de traslados, hasta cinco plazas se quedaron vacantes y muchos funcionarios renunciarán al puesto antes de trabajar en la isla, según advirtieron.

"Renuncian porque es inviable vivir aquí con un salario de un trabajador público, más si tiene familia. No somos capaces de conseguir que una plantilla se estabilice", lamentaron.

Los funcionarios señalaron además el "riesgo" que supone trabajar en la cárcel durante el verano con los mismos medios, a pesar del aumento de internos.