El Consell de Menorca no seguirá los pasos de su homólogo de Eivissa y no pedirá al Govern balear, como si ha hecho esta última administración, que traslade algunas consellerias a las islas menores. Tanto el PSOE como el PSM han desechado esta opción porque prefieren seguir avanzando en el autogobierno mediante el despliegue de las competencias que establece el nuevo Estatut d'Autonomia.
«Respetamos el planteamiento de Eivissa pero nosotros tenemos otras prioridades en mente: más competencias y más recursos económicos», recuerda el presidente de la administración insular, Marc Pons, que insiste en el Estatut como «la hoja de ruta» que marca indefectiblemente sus decisiones en esta materia. Un documento que una vez desplegado permitirá mejorar el servicio «que la administración presta a la ciudadanía».
Opinión que comparte con el diputado autonómico y portavoz accidental del PSM, Eduard Riudavets, que cree que la propuesta del Consell de Eivissa «es efectista» y, por tanto, no le encuentra «mucho sentido». Para él lo importante es que la institución menorquina acabe asumiendo «todas las competencias que le corresponden por el Estatut» para que sus ciudadanos pueden disfrutar «de un verdadero gobierno insular».
Tampoco desde el Partido Popular ven clara una reclamación que va en contra «de la política de austeridad que se predica actualmente desde las administraciones públicas», según su portavoz, Juana Francis Pons. Al igual que sus rivales en el Consell, piensa que lo importante es «no duplicar poderes» y, sobre todo, continuar asimilando las competencias que todavía están en poder del Govern balear y entre las que se incluyen algunas tan importantes como Promoció Turística.