El barco, en las rocas de sa Sequi, azotado por el viento. | Guillermo Romaní

El temporal de noroeste que sopló en la madrugada del miércoles en Formentera lanzó el velero 'Taneeq' a las rocas de Sa Sequi, entre la Savina y Cavall den Borràs. El velero, un clásico de madera botado en Boston en 1936, era propiedad del pintor Robert P.Hawkins, que lo compró en Saint Thomas en 1974 y con el que llegó a España atravesando el Atlántico.

Es una embarcación de 13 metros construida en madera y que posee un único mástil de gran altura para poder utilizar un aparejo portante de considerables dimensiones.

Hawkins lamentó ayer lo sucedido y explicó que hacía pocos días había sacado el barco del amarre porque el pasado sábado llegaba una regata que se reemprendía el próximo sábado y le habían pedido que sacara la embarcación para dar cabida a los regatistas. «Estuve mirando el parte y no vi nada especial, pero por la noche me di cuenta de que el viento soplaba con más fuerza de la que imaginaba», explicó.

Intentó llegar al barco con una embarcación auxiliar, pero cuando ya tenía una mano en la borda un golpe de mar hizo que perdiera un remo. Hawkins fue andando al puerto buscando a alguien que pudiera ayudarle a sacar el barco de donde estaba fondeado con la intención de guarecerse en la Savina pero no encontró a nadie y que cuando al final pudo subir a bordo del Taneeq la fuerza del mar era tal que el pequeño motor del que dispone el velero no fue capaz de sacar el barco que acabó sobre las rocas.

Estado del barco

Ayer, Hawkins contemplaba preocupado su barco a merced de las olas y, en compañía de un buzo profesional con gran experiencia en rescates de embarcaciones, esperaba a que amainara el oleaje para que se pudiera hacer una primera inspección del estado del casco y de la quilla para ver cuáles eran las mejores opciones y cuáles las posibilidades de sacar el barco de entre las rocas.