El acusado tuvo que comparecer ante el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa.

Un vecino de la bahía Portmany ha sido condenado a diez meses de cárcel como supuesto autor de un delito de maltrato después de que supuestamente hubiera arrojado la ropa de su mujer por la ventana y hubiera causado distintos daños en la cocina del domicilio conyugal tras sufrir un arrebato de furia al no encontrar una lata de atún.

Ésta ha sido la decisión de la responsable del juzgado de lo penal número 2 de Eivissa, la jueza Martina Rodríguez, tras enjuiciarse semanas atrás unos hechos ocurridos el pasado 28 de octubre y en el que el acusado, tras reconocer parte de los hechos, aseguró que nunca había insultado o intimidado a su esposa. La decisión judicial también incluye que el sospechoso no pueda contactar ni acercarse a su esposa a cien metros durante dos años, el mismo plazo en el que se le prohibe poseer armas. La cadena de hechos que llevó a la víctima a interponer la denuncia que llevó a este hombre al banquillo tuvo su detonante después de que la empleada del hogar que la familia tenía contratada, una mujer procedentes de un país del Este de Europa, llamara por teléfono a la afectada para explicarle que su marido sufría nuevos ataques de rabia, hechos a los que siguieron unas supuestas amenazas con un arma de aire comprimido que el acusado había comprado, al parecer, para impedir que gatos que merodeaban por los alrededores de su casa pudieran atacar a tres monos, mascotas que tenía en su domicilio. Durante el juicio, la denunciante aseguró que, independientemente de estos ataques de ira, su marido había protagonizado varios capítulos tirándole cosas como método sistemático de intimidación.