Los dos acusados terminaron sentándose en el banquillo tras acabar el caso en el juzgado de guardia.

Juntos en el banquillo pero sin ser pareja y ya sin ni siquiera ser amigos. Así acabaron un joven argentino residente en las Pitiüses y una joven que viajó desde Barcelona para compartir con él piso. Su relación terminó en el juzgado después de que, tras conocerse este verano y, al parecer, compartir algo más que la vivienda el chico le dijera a su compañera que no estaba enamorado de ella en el transcurso de una pelea entre los dos.

Es más, en el juicio que se celebró días atrás, éste negó que la chica hubiera sido alguna vez su novia, algo que molestó a la otra acusada de este caso y motivo supuestamente de la violenta discusión doméstica que tuvo su colofón en un juzgado de guardia de Eivissa. Días después, ambos comparecieron ante la magistrada Clara Ramírez de Arellano, responsable del jugado de lo Penal número 1 de Eivissa, para jugarse uno de ellos nueve meses de cárcel y el otro, la mujer, una multa de 120 euros por supuestas amenazas con un cuchillo. Según explicaron fuentes judiciales, durante la intervención de los acusado, salió a colación que ambos se habían conocido el pasado verano tras una conversación de bar.

El sospechoso aseguró que como mucho tenían una relación de amistad pero ésta le acusó de haberla maltratado tras la pelea que enfrentó a ambos.

El chico, por su parte, negó estos extremos y manifestó que, en todo caso, él fue la víctima al verse repentinamente amenazado por un cuchillo. Sea como fuere, los dos moradores de esta casa resolvieron que lo mejor era cruzar denuncias y ahora se encuentra a la espera de sentencia, según señalaron las mismas fuentes.