Palpar de cerca la realidad del fenómeno del botellón desde la perspectiva de los menores de la localidad, advertirles de los perjuicios que a sus edades conlleva la ingesta de alcohol para su salud y recabar información de primera mano sobre las posibles alternativas de ocio sin alcohol que les gustaría que se llevaran a la práctica dentro de su municipio fueron algunos de los asuntos llevados ayer a debate por el Consell de Menores de Sant Antoni en el salón de plenos del Ayuntamiento, con motivo de la celebración del Día Mundial sin Alcohol.

Una veintena de alumnos de 6º curso de Primaria y de 1º de ESO, con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, acudieron al Consistorio para poner en conocimiento de las autoridades municipales del área de Juventud una amplia batería de ideas saludables y de posibles alternativas de ocio sin alcohol para los menores que, a su entender, podrían ponerse en marcha en el pueblo enmarcadas dentro del Plan Municipal de Drogas.

Las alternativas

Entre las propuestas de ocio realizadas por los participantes en el Consell de Menores se plantearon cuestiones como la creación de un parque de atracciones acuáticas en la localidad, facilitar el acceso a los menores a las pistas deportivas y a los campos de fútbol que no sean propiedad de los clubes, talleres de robótica, rutas de senderismo, competiciones de baile, clases de teatro o que se abra una discoteca sin alcohol exclusiva para niños. En cuanto a las actuaciones contra el botellón, los representantes de los menores hicieron hincapié en la puesta en marcha de medidas que acentúen un mayor control sobre los puntos de venta, intensificar la vigilancia a pie de calle o aumentar las actuaciones informativas y de prevención sobre los riesgos del alcohol para los menores con charlas educativas en los colegios.

En este sentido, María Bonilla, una alumna de 12 años de edad de Can Bonet, aseguró que «esta iniciativa, además de muy divertida, me ha parecido bastante interesante porque pienso que si trabajamos todos unidos se podría acabar con los problemas que acarrean los botellones. Muchos jóvenes se están poniendo en riesgo y se están destrozando su salud por actuar de manera irresponsable con el consumo de alcohol».

Mientras, Antonio Luna, alumno de 16 años del Instituto Quartó de Portmany, destacó que «a los adolescentes se nos intenta dar libertad para que vayamos madurando, pero debemos ser responsables con nuestros actos y ser conscientes de los perjuicios que conlleva para nuestra salud el abuso de alcohol porque a nuestra edad el organismo todavía no está preparado. Reuniones de este tipo con el ayuntamiento me parecen muy buena idea porque así se ve la realidad del botellón desde un punto de vista mucho más cercano a lo que viven los jóvenes cuando salen a la calle».