El fotógrafo Miguel Vallinas. | Toni Escobar

Después de llevar dos años recorriendo las salas de exposición, nacionales e internacionales, el fotógrafo Miguel Vallinas regresa a Eivissa con su obra Segundas Pieles para ir introduciendo también la tercera entrega de esta colección, Raíces, que continúa en la dinámica del retrato y su interrelación con la fauna y la naturaleza. Ambas obras están ahora expuestas y pueden visitarse en la galería P|Art Ibiza, en la carretera de Santa Eulària, y hoy conocemos un poco más al creador que se esconde detrás de este trabajo…

—¿Qué le inspiró para crear esta obra de Segundas Pieles?

—Es un trabajo conjunto. Se compone de tres colecciones, varias formas de abordar un mismo tema, aunque todas confluyen en el mismo punto. Primero tuve una colección inicial llamada Pieles, que era un conjunto de autorretratos. Cogiéndome a mí como modelo, me ponía en el cuerpo de los oficios de otras personas, en sus lugares de trabajo. Segundas Pieles, aborda diferentes personajes pero desde el punto de vista más introspectivo; es el retrato de una persona pero enfatizando el animal que lleva dentro, nuestra personalidad, nuestra forma de ser, el contraste de la persona con el animal. Consiste en jugar con tonos oscuros y obtener resultados más pictóricos que fotográficos, y hacer el fotomontaje con un tratamiento y actitud del animal fuera lo más creíble posible. La última entrega de la trilogía es Raíces y se basa en la naturaleza y la flora.

—¿Cuáles son sus referencias como fotógrafo?

—El trabajo que hago es muy plural. Me gusta mucho el retrato, pero también la naturaleza y el paisaje. Intento abordarlas todas, voy alternando el fotomontaje con colecciones meramente contemplativas.

—¿Cree que la gente entiende la idea que pretende transmitir o prefiere la libre interpretación de cada uno?

—Hay trabajos con los que sí pretendes transmitir un mensaje, o contar algo. Pero también me gusta esa parte de la libertad de las personas cuando contemplan las fotografías y la interpretan por sí mismos. Luego comentan conmigo sus impresiones y me parecen igualmente válidas.

—¿Alguna interpretación le llamó especialmente la atención?

—El mensaje está más o menos claro. Pero sí es verdad que yo no tenía en mente que esta colección fuese a estar tan relacionada con el estilismo y la moda, sin embargo, muchas publicaciones la han utilizado un poco más por ese camino.

—¿Ya habías estado antes presentando en Eivissa?

—Es la tercera vez que expongo en la galería P|Art Ibiza, primero fue Zoolandia, Jardín del Edén y ahora Fusión. Ahora he traído como primicia cuatro fotografías que son las que intentaré ir introduciendo en las salas. Tras dos años con Segundas Pieles participando en exposiciones y ferias, me dijeron con qué temática quería participar en P|Art Ibiza y la colección con la que estoy trabajando ahora es la que más encajaba. Ha sido el principio de una puesta en marcha para ver cómo funcionaba. Las primeras fotos de la nueva colección Raíces, que presento ahora, consiste en ir cambiando los animales por las flores. Se presentará a mediados de septiembre en la feria de Arte Contemporáneo de Nueva York y, a partir de ahí, en las exposiciones que tengo hasta final de año iré intercalando ambas colecciones, ya que es cierto que Segundas Pieles es mi trabajo más reconocido hasta este momento, el que ha comenzado a darme más notoriedad como artista y más incluso a nivel internacional que nacional.

—¿Cree que Eivissa es una isla donde se aprecie este tipo de arte?

—Creo que sí. Aunque es la primera vez que vengo personalmente a ver la galería, porque anteriormente siempre se me han complicado las cosas en el último momento, pero sí que me han transmitido un buen feedback los organizadores.

—¿Le inspiraría la isla para crear nuevas obras?

—Por supuesto que sí, el paisaje sobre todo. Eivissa me parece que tiene una luz muy potencial, haces fotografías en distintos sitios y te sorprende el resultado que parece que ya estuvieran editadas. Hay una luz blanca muy interesante que lo inunda todo.