El adelanto de la temporada turística y la afluencia de visitantes ha provocado que la venta ambulante aflore antes y en mayor cantidad que en temporadas anteriores, sobre todo en zonas más frecuentadas y conocidas, como ses Salines, platja d'en Bossa o cala d'Hort.
El pasado 25 de abril todos los negocios de ses Salines (un total de nueve establecimientos de restauración) ya estaban abiertos y, desde ese día, la presencia de vendedores ambulantes ha ido en aumento, según explicó ayer Alberto Ribas, presidente de la Asociación de Empresarios, Concesionarios y Propietarios del Parque Natural de ses Salines. «Estamos en mayo y la venta ambulante ya está siendo un desastre; está todo lleno de vendedores de todo tipo de cosas: comida, bebida, ropa...El 25 de abril ya estaban abiertos todos los negocios y ese día empezaron a aparecer», precisó Ribas, quien afirmó que si, por el momento, puede haber una decena de vendedores ilegales «en agosto será muchísimo peor; pueden llegar al centenar o incluso más».
Inseguridad
A la competencia desleal que supone a los negocios de las playas de ses Salines y es Cavallet, se suma la inseguridad y las molestias que provocan a los turistas. «La gente no se puede bañar tranquila por si le roban las cosas en la toalla y a esto hay que sumar los robos en el aparcamiento; en el párking privado la seguridad privada vigila para evitarlos. No dejan descansar a los turistas porque pasan constantemente ofreciendo cosas y esto, además, puede conllevar a un problema sanitario grave», explicó Ribas, quien añadió: «Es un problema que cada vez va a peor, cada vez cogen más fuerza». De hecho, cabe recordar que cuando los vendedores ambulantes son interceptados se enfrentan únicamente a sanciones administrativas. El municipio de Sant Josep es uno de los más afectados por este problema, pues es el que cuenta con más playas de toda la isla: un total de 34, con una plantilla de Policía Local de 54 agentes. El pasado día 1 empezó el servicio de vigilancia de playas a través del cual desarrollan inspecciones aleatorias y sin previo aviso por las diferentes playas. El Ayuntamiento de Sant Josep calcula que, debido al aumento de población que vive el municipio, se necesitarían entre 30 y 40 efectivos más, según explicó a este periódico el concejal de Interior, Serafín Grivé.
Esta temporada, los empresarios han vuelto a contratar seguridad privada, que vigila el recinto privado de los locales, no la zona pública de la playa. Por ello, reclaman más presencia policial para que así se ejerza un efecto disuasorio. «Tenemos que hablar con delegación del Gobierno y el Ayuntamiento para pedir más policías».
5 comentarios
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Para "Negro", nadie de aquí nos hemos metido con nadie por su raza o manera de buscarse la vida, cuando hay necesidad se buscan soluciones y esta manera no es una.
Nosotros también tenemos que comer (y beber), tenemos las mismas necesidades que los blancos. No tenemos la culpa de que nuestro país sea una mierda políticamente ni de que no haya trabajo para los que queremos trabajar (porque nosotros no venimos con la intención de robar). Nos vemos obligados a buscarnos la vida como podemos.
Soy fiel acérrimo de la isla anualmente y la verdad,no es de mucho agrado el estar tumbado en la arena de la playa y tenerles constantemente encima desde primera hora de la mañana. Consiguen que cambiemos de playa
Lo que es de vergüenza y desquiciante es que cada 3 minutos tienes a uno queriendo venderte algo, es totalmente imposible estar mas de 5 minutos que no vengan a tocar las naric.., y para colmo cuando se acercan a los niñas para ofrecerles peinados, pulseras, etc..., al final hasta que no ocurra algo serio la administración no hará nada, porque si la policía les pilla solo pueden ponerle una denuncia administrativa y retirarle el genero, pero si cambian las leyes y por lo menos pasan 24 o 48 horas recluidos y los presentan luego en el juzgado ya verías como desaparecerían, pero para eso tienen que cambiar las leyes y si dependemos de los políticos la llevamos clara. Que se tienen que ganar la vida, pues si, pero a costa de que?, de que el legal se vea perjudicado?, de la tranquilidad de nuestros turistas?, todo tiene un precio y lo ilegal nos saldrá caro.
En la costa de Cádiz está totalmente prohibida la venta ambulante y dichos vendedores están en una zona que no molestan a la gente sin dar paseos. Aquí el problema es que si requisan los productos al día siguiente venden otra vez ya que son mafias de venta.