El Ayuntamiento de Eivissa tiene previsto cambiar en los próximos días el sentido de circulación de la calle Bartomeu Vicent Ramón, tal y como han solicitado los taxistas al Consistorio. Fuentes municipales han explicado que el cambio se puede llevar a cabo «en una semana».
Sin embargo, han señalado que todo depende del tiempo que tarde la empresa que gestiona las cámaras de vigilancia del ACIRE de La Marina en cambiar estos dispositivos.
El presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Vila, Alejandro Cardell, ha aplaudido la decisión pues, ha recordado que este cambio de sentido permitirá al sector «aprovechar mejor la parada de Bartomeu Roselló». Cardell ha señalado que los taxistas de Vila «están contentos» por la respuesta del Ayuntamiento a su petición. Sin embargo, se ha mostrado prudente hasta que «no esté listo».

Reclamación

Los taxistas de Vila pidieron este cambio de sentido al Ayuntamiento al comenzar a gobernar el PP. Consideran que el mismo permitirá hacer «un uso más racional» de la parada de Bartomeu Roselló, recuperada ahora tras haber sido suprimida por el anterior gobierno municipal sin el respaldo del sector.

De momento, el nuevo gobierno de Vila ha atendido a algunas de las reivindicaciones más notables del sector del taxi, como la supresión de la restricción de flota, impuesta en la pasada legislatura por el podemita Aitor Morrás.

Los taxistas dejaron claro que «el taxi no puede parar» y el gobierno de Rafa Triguero decidió eliminar esta restricción, favoreciendo así que todos los vehículos estén en la calle. Alejandro Cardell, por otro lado, ha explicado que la temporada turística está desarrollándose con normalidad para los taxistas de Vila. «No va mal», ha afirmado en este sentido, «sobre todo porque en la ciudad hemos tenido cruceros casi todo el mes de agosto y esto está muy bien». «En general, la temporada está siendo buena, aunque no excepcional», ha añadido el presidente de la asociación.
Cardell también ha indicado que entre los puntos débiles del sector durante la temporada se encuentran los atascos y el elevado volumen de automóviles que recorren las calles y carreteras de Ibiza. En este sentido, ha señalado que esta situación provoca que el servicio del taxi se ralentice y que «se pueda dar tan rápido como nos gustaría». Entre los principales puntos negros, Cardell ha destacado el Aeropuerto, el puerto de Ibiza y la propia ciudad.

«Hay muchos coches de alquiler y mucha actividad en horas punta», ha señalado, «y luego están horas más pausadas, que suele ser por las mañanas».
A esto ha añadido el problema que encuentran los taxistas a la hora de dar servicio a los clientes de las discotecas pues, según ha relatado, «en cada una hay 5.000 o 6.000 personas que salen todas a la vez y es imposible poner un taxi para cada persona».