Un agente de la Guardia Civil. | Archivo

La Guardia Civil auxilió el pasado día 6 a un bebé de 35 semanas que sufrió una insuficiencia respiratoria súbita por atragantamiento.

De madrugada, una patrulla de seguridad ciudadana que estaba circulando por Sant Jordi, fue requerida desde una acera por una mujer en pijama que tenía en brazos a un bebé. Manifestó que necesitaba ayuda porque su hija no respiraba, los guardias civiles comprobaron que la niña estaba de color azulado y no respiraba.

Inmediatamente comenzaron a realizar la maniobra de Heimlich aplicada a bebes, pese a ello la niña no conseguía respirar.

Subieron al vehículo oficial a la madre y al bebé y con celeridad se dirigieron donde los guardias civiles habían visto momentos antes una ambulancia, a la que dieron alcance e interceptaron para entregar a la niña a los servicios sanitarios, quienes consiguieron mediante una mascarilla de succión abrir las vías respiratorias consiguiendo extraer la mucosidad que le impedía respirar.

Ambas fueron trasladadas al hospital Can Mises para observación de la pequeña, que se recupera con normalidad gracias a la rápida intervención de los guardias civiles y los sanitarios.