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Ana Domínguez, secretaria del comité de empresa de la residencia de mayores de Sa Serra, dependiente de la Fundación para la Dependencia del Govern balear, explicó anoche en el programa Bona Nit Pitiüses (BNP) de la TEF que la conselleria que dirige Fina Santiago les ha comunicado que está dispuesta a negociar con sus trabajadores en la isla. Se trata de los empleados de las residencias de Sa Serra, Can Blai y Can Raspalls. Con esta oferta, el Govern intenta frenar que lleven a cabo la amenaza de huelga convocada para el próximo 3 de abril.

La oferta, sin embargo, tiene una importante letra pequeña. Y es que, según explicó Domínguez en el BNP, el Govern puede negociar pero no puede alcanzar ningún acuerdo porque el próximo día 4 de abril entrará en funciones. Es decir, no podrá llevar a cabo nada que no sea lo estrictamente necesario para el funcionamiento de la Administración hasta la celebración de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Los trabajadores, según señaló Domínguez, deben decidir ahora si llevan a cabo o no el parón porque de hacerlo podría no servir «para nada».

Domínguez recordó que este colectivo lleva años sufriendo problemas como la falta de personal, salarios bajos y escasa estabilidad. A pesar de que han reivindicado en numerosas ocasiones mejoras para el sector, el Govern no ha atendido nunca a sus peticiones. Solo lograron en 2022 que determinadas categorías del sector sociosanitario lograran un pequeño incremento en sus salarios. Los beneficiarios fueron médicos, enfermeras, psicólogos y coordinadores de enfermería. Pero el resto quedó fuera de la subida. Algo que generó aún más recelos contra el Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol. «No se puede crear esa división», advirtió Domínguez durante la entrevista, «porque todos somos importantes. Ahora hay trabajadores de primera y trabajadores de segunda».

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«El gran olvidado»

Domínguez lamentó que el sector sociosanitario «sea el gran olvidado de la Administración» y recordó que fue la pandemia de COVID-19 la que permitió poner «el foco por primera vez en las residencias, en los mayores y en los trabajadores». Sin embargo, la Administración no ha ido más allá de las buenas palabras.

La representante de los trabajadores de Sa Serra señaló también que entiende la postura del Consell d’Eivissa al negarse a aceptar el traspaso de la gestión de estas residencias si no está debidamente dotado. En este sentido, Domínguez aseguró que, si lo hubieran aceptado en las condiciones que pretendía el Govern, «el primer día tendrían a los trabajadores» exigiendo la equiparación con el personal del hospital de Cas Serres, destinado por la institución insular.

Ana Domínguez, por otro lado, denunció que el Govern saca a trabajadores de estas residencias en verano para reforzar el servicio del hospital de Can Misses, lo que incrementa los problemas en estos establecimientos para mayores y grandes dependientes. Y agradeció la comprensión que muestran las familias de estos ancianos hacia los trabajadores. «Son conscientes de que falta personal y de que esto repercute en la calidad asistencial», concluyó, «las familias son las primeras interesadas en que las plantillas estén completas, que el personal esté formado y que la asistencia que reciben sus familiares sea de calidad».