Dichas obras se realizaron en una parcela situada entre Cala Llosar y Cala Salada, en Sant Antoni de Portmany, que se encuentra en suelo rústico protegido.
Entre las actuaciones que son objeto de derribo se encuentran la vivienda, un chalet de dos plantas, siete salas técnicas, una piscina, muros y cerramientos, además de un camino privado de acceso a la costa que transcurre por zona de servidumbre de protección hasta dominio público.
En caso de no incumplir esta orden, la propiedad se enfrentará a imposición de 12 multas por importe de 75.346 euros cada una, correspondiente al 10 por ciento del valor. Si el propietario insiste en no demoler la obra el Consell ejecutará al orden.
El Consell recuerda que hay un procedimiento penal que se está instruyendo en los juzgados de Eivissa por un posible delito contra la ordenación del territorio.
3 comentarios
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Pues ya que se ponen por la zona...yo me daría una vuelta por el camino que va a Punta Galera...pero no desde Cala Salada...el camino no asfaltado próximo a Cala Gració...
,,pues ante el desafío,, esperar a la resolución Judicial,, que abone las 12 multas, y por supuesto el pago de la demolición más la regeneración del terreno.,,y más drones controlando por favor,,,que llegando en avión, se ve casa caserón que hace dudar..