Si la semana ya estaba siendo nefasta para los intereses de las Pitiusas, el viernes el Govern se vio obligado a cerrar el Pirata, situado en ses Illetes en Formentera, porque sus trabajadores debían estar guardando cuarentena.

«Es muy preocupante y echa por los suelos las previsiones que nos hacían pensar en un mes de agosto con actividad y que ésta se prolongara después a septiembre y octubre». Son palabras de Vicent Marí del jueves. El presidente ibicenco hablaba de la decisión de Italia de obligar a todos los viajeros que proceden de España a someterse a un test COVID-19. Aún no se había pronunciado Alemania, pero ese era el sentir. El presidente habló de que las expectativas «estaban por los suelos» y probablemente ahora ya estén incluso más abajo.

La crisis de la COVID-19 ha golepado muy duro a todo el mundo, pero el lugar de España donde más se ha sentido el golpe son las Pitiusas. Con un modelo económico centrado en el turismo, no hay remedio.

Tras el fin del confinamiento, Baleares cogió la delantera con el de sobra conocido plan piloto para el turismo. Se empezó a funcionar y, en julio, aproximadamente la mitad de la oferta turísticas estaba abierta. Se esperaba agosto con ilusión pues se iba mejorando y las previsiones no eran buenas, pero sí aceptables para salvar un año nefasto.

Todo se torció el 26 de julio cuando el Reino Unido decidió decretar la cuarentena para todos sus ciudadanos que volviesen de España. En ese momento decían que Baleares era seguro, pero poco tardaron en incluirla con el resto de España. El principal país emisor cerraba la puerta sin previo aviso para desesperación de los principales actores del sector turístico pitiuso.

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Ese golpe hizo que muchos negocios cerrasen sus puertas, pero algunos todavía aguantaron. Esta semana ha llegado el golpe definitivo. A Reino Unido se han sumado Alemania, que ha incluido a las Islas dentro de las regiones a las que no es seguro viajar, e Italia, que endureció sus medidas y exige los PCR. Los tres principales mercados ya tienen restricciones para viajar a Baleares. Además, por si fuese poco ayer Países Bajos también incluyó a Ibiza dentro de los territorios en los que sus ciudadanos deben guardar cuarentena al regresar.

Aumento de casos
Por si los problemas en lo económico fueran pocos, los datos médicos también son preocupantes. El incremento de positivos en la últim semana es «preocupante». Así lo definió el portavoz del comité de enfermedades infecciosas de Baleares, Javier Arranz. En la rueda de prensa que Salut dio el jueves para explicar la situación actual, el doctor se mostró contrariado por el repunte de casos y la irresponsabilidad de la ciudadanía a la hora de cumplir las medidas básicas de seguridad.

En cuanto a números, la semana comenzó con 45 casos activos y el viernes se cerró con 122, una cifra que nunca se había alcanzado tras registrarse 38 nuevos positivos en un día. Ayer no hubo datos, al igual que tampoco los habrá hoy. Mañana se conocerán el aumento tras el fin de semana, pero la tendencia es preocupante.

Este aumento también se verá reflejado con otro incoveniente para los negocios ibicencos. El Ministerio ya ha anunciado medidas para todo el territorio y el Govern ha cogido el guante. En los próximos días se espera que la Conselleria publique las nuevas medidas que afectarán a horarios y limitaciones de aforo.