Gonzalo González, titular de la pastelería La Canela, ayer, en el negocio situado en la calle Aragón nº 54 en Ibiza. | Arguiñe Escandón

El próximo lunes, 6 de enero, se celebrará el día de Reyes, y esta especial fecha no sería lo mismo para la mayoría de los españoles sin el roscón, y es que como afirma Gonzalo González, titular de la pastelería La Canela «el día de Reyes sin roscón es como un jardín sin flores». Hoy en día, el roscón ha evolucionado mucho, tanto de tamaño como de sabores, pero tanto a jóvenes como a mayores no se les olvida hacerse con esta tradición gastronómica que tiene origen en el siglo XVII.

González, es titular del negocio desde 1986 cuando abrió sus puertas en la calle Aragón. En sus comienzos producían una treintena de roscones y, a día de hoy, ya superan los 2.000 y cuentan con una veintena de personas para su elaboración. La pastelería ofrece a sus clientes cuatro variedades; el tradicional sin relleno, con nata, trufa, crema o mixto. y tienen tres tamaños, pequeño, mediano y grande. Los precios van desde 12 euros el pequeño sin relleno a unos 30 euros el dulce grande con relleno. Todos sus roscones contienen un haba, una figura de Rey Mago y otra infantil para los más pequeños.

El pastelero comentó que las ventas siempre han ido en aumento desde que empezaron a ofrecer el roscón, este año ha aumentado un 10% más respecto a 2019, a diferencia de otros productos gastronómicos tradicionales ibicencos como los panellets o los buñuelos que han ido descendiendo su venta. En cuanto al perfil de clientes, el responsable de La Canela afirmó que «los jóvenes se han subido al carro del roscón y no quieren bajar, es un producto que a día de hoy gusta tanto a jóvenes como a mayores».

En cuanto a la clave del éxito de roscón, el repostero explicó que «la gente confía en nosotros porque nuestros productos son totalmente artesanales, el roscón lleva ingredientes de gran calidad, desde la mantequilla a los huevos, yo he ido incluso a Madrid a buscar el agua de azahar porque aquí no se encuentra. Normalmente cuando uno se lleva un roscón de aquí normalmente quiere repetir». González expuso que el roscón no es un producto de lujo, es un dulce accesible para todo el público y en grandes establecimientos se pueden encontrar incluso más económicos «yo no voy a hablar mal de los roscones de los supermercados, cada uno sabrá lo que come», concluyó el pastelero.

Por otro lado, Nicolás Benbenutti, repostero de la pastelería La Mediterránea comentó que la clave de su éxito radica en que «nosotros ofrecemos siempre productos de gran calidad elaborados con gran cariño para todos nuestros clientes».

El roscón parisino

La Pastelería La Mediterránea producirá este año 300 roscones y unos 200 roscones parisinos conocidos con el nombre de ‘La Galette des Rois’ que es un pastel hecho a base de hojaldre y un relleno de crema de almendras. Es el producto estrella del negocio durante estas fechas según Vanessa Kreis, dependienta de la pastelería: «Este dulce es el más vendido incluso superando el Roscón de Reyes que también está siendo el dulce más codiciado por nuestros clientes estos días».

‘La Galette des Rois’ es un dulce tradicionalmente vendido y consumido durante los primeros días del año en el norte de Francia y en Bélgica y, al igual que el Roscón de Reyes, contiene oculta en su interior un haba. Aquel que encuentre dicha haba se convertirá en el rey del día y deberá portar la corona de cartón que suele acompañar la tarta.

La pastelería Mediterránea ofrece roscones para cuatro personas, que van desde los 15 euros sin relleno a roscones de 48 euros para 12 personas con relleno. En cuanto a la Galette es posible hacerse con esta tarta a partir de 16, 50 euros para cuatro personas y 29,50 euros para ocho personas.

Lorena Bernabéu lleva 17 años en Can Bufí y afirmó que ayer empezaron con las ventas del Roscón de Reyes y que, de momento, ya están teniendo bastantes clientes, especialmente mayores, pero también muchos jóvenes. La pastelería ofrece un único tamaño, el mediano, y el roscón puede ser siempre sin relleno o con chocolate, trufa, crema, nata o mixto. Los precios van desde 15 euros a 20 euros.

Por otro lado, Bernabéu comentó: «Ahora tenemos mucha competencia porque hay supermercados que venden los roscones a cuatro euros, pero no tienen nada que ver con los productos artesanales y frescos que ofrecemos nosotros».