Arriba, los integrantes de la mesa redonda organizada por Aqualia ayer. Abajo, la desaladora de Formentera.

El Ayuntamiento de Sant Josep está preparando una nueva ordenanza para garantizar el abastecimiento y el ahorro en el consumo del agua en el municipio y que creará un nuevo sistema tarifario para grandes consumidores, entre ellos los establecimientos turísticos, que pagarán un 32% más en relación a los que menos agua consumen. Así lo explicó ayer tarde el alcalde josepí, Josep Marí Agustinet, en la mesa redonda organizada por la empresa Aqualia en el marco de la jornada ‘El agua en las Pitiüses. Todos somos responsables’ y en la que participaron los cinco alcaldes de la isla y la consellera de Medi Ambient de Formentera, Daisse Aguilera.
En esta jornada, celebrada en el Centre Cultural de Jesús, Agustinet aseguró que su ayuntamiento es el culpable de que el acuífero de sa Serra Grossa esté sobreexplotado, ya que «sacamos agua de un pozo (el de ses Eres) con una desaladora que tenía que ser para cuatro días y llevamos diez años». El alcalde de Sant Josep puso de manifiesto la dificultad para gestionar más de 350 kilómetros de tuberías que tiene la red de agua de su municipio, unas tuberías que el Ayuntamiento está cambiando para que se deje de perder más de la mitad del agua que circula por ellas.
Por su parte, los alcaldes de Vila y Sant Antoni, Rafa Ruiz y Pep Tur Cires, destacaron su futura unión en cuanto al servicio de abastecimiento de agua, «que podría ser el embrión de la futura mancomunidad o la agencia insular del agua», señaló el alcalde portmanyí, mientras que el de Vila abrió la puerta «a todo el que quiera sumarse». Ruiz señaló que le preocupa la adjudicación a la baja de la nueva depuradora de Vila, que se construirá en sa Coma, y los problemas que causa en su municipio que la red de pluviales y fecales continúe unida en muchos puntos.
Ciclo del agua
El alcalde Cires puso el foco en el ciclo del agua y apuntó que sería «importante reutilizar el agua que tiramos al mar. En 2006 se tiraban al mar tres millones de metros cúbicos por es Caló de s’Oli». Una idea que también suscribió el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Carraca, quien apostó por «dejar de coger el agua subterránea, depurarla y tirarla al mar y empezar a cogerla del mar, depurarla bien y que vaya a parar al campo». En este sentido el moderador de la mesa redonda, Juan Luis Castillo (director de zona II de Aqualia), señaló que la legislación en materia de reutilización de aguas «es muy limitada».
Carraca también puso de manifiesto que su municipio no ha tenido grandes problemas en cuanto a abastecimiento de agua «aunque la sequía nos ha afectado a todos», y destacó que el agua depurada que sale de las plantas de Sant Miquel y del Port de Sant Miquel sirve para regar los campos. Además, el alcalde del municipio de Sant Joan advirtió a la directora general de Recursos Hídrics del Govern Joana Maria Garau, que se encontraba entre el público, que pronto tendrían que reunirse para hablar del proyecto de remodelación de la depuradora de Portinatx, que es de titularidad municipal y en estos momentos está fuera de servicio.
Proyecto pionero
En su turno de palabra el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, dijo que dos de los tres principales problemas de su municipio tienen que ver con el agua: la depuradora y la desaladora, mientras que el tercero es la carretera que une el pueblo con la ciudad de Eivissa. Marí recordó que diez años atrás había «ocho o nueve empresas que suministraban agua al municipio» y que cuando se planteó la construcción de una desaladora se decidió municipalizar este servicio. «Ahora sólo queda Puig d’en Valls para tener todo el municipio conectado y finalizar este proceso», destacó el alcalde.
Además, Vicent Marí explicó el plan piloto que su ayuntamiento ha puesto en marcha en Santa Gertrudis con la instalación de aparatos de telelectura que han permitido aumentar el rendimiento de la red de abastecimiento a más del 90%. «Este plan piloto nos ha mostrado que este el camino a seguir y hemos presentado un proyecto Smart City para cambiar los 7.000 contadores del municipio».
En cuanto a la constitución de un ente insular que gestione el ciclo del agua en Eivissa, Marí señaló la «necesidad de tener los medios necesarios para gestionar los recursos como las desaladoras, depuradoras y redes para abordar los problemas inmediatamente». Una opinión que también compartió el alcalde de Sant Josep: «Estaré de acuerdo en que la gestión se haga lo más cerca posible». Agustinet también abogó por ligar los futuros crecimientos urbanísticos de los municipios «a la disponibilidad del agua».