El decreto que regula y reorganiza la Agència de Turisme de Balears (ATB) incluye al mismo nivel de los consells insulars de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera al Ayuntamiento de Palma como consecuencia de la ley de capitalidad vigente desde 2006.
Esta norma señalaba, como argumenta el decreto, que «el turismo es uno de los sectores de interés concurrente de la actuación administrativa que resulta afectados por la condición de capital de la Comunitat Autònoma».
Así, desde este momento, con el inicio de la vigencia de esta reestructuración, Mallorca pasa a tener dos representantes dentro del órgano principal de gobierno, dado que el Consell de direcció es «el órgano de decisión, control y supervisión de la agencia». Hay que señalar que también entra el sector privado, que hasta ahora no había estado presente en él.


Composició

Así, el Consell de direcció pasa a estar integrado por los siguientes miembros: el presidente de la Agència, que lo encabeza; el director general de Turisme; el alcalde de Palma, un representante de cada uno de los cuatro consells insulars y cinco representantes provenientes de las entidades que integran el Consell Assesor. Este punto fue señalado ayer desde la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera, donde consideran, como poco, sorprendente esta decisión que altera el ya precario equilibrio a la hora de llevar a cabo la promoción turística diferenciada de las Islas, reconocido expresamente tanto en la norma como en las reiteradas declaraciones realizadas por los responsables institucionales del turismo balear, y muy cuestionadas sobre todo tras la feria internacional de Berlín (Alemania).
La decisión de incluir a Palma al mismo rango que las islas queda fijada también en el hecho de que se constituye una comisión ejecutiva de Palma, de composición equivalente a la de las Islas.