Si hay un lugar en Dalt Vila que conviene no perderse durante la Navidad ese es el peculiar portal de Belén que montan todos los años en el patio de su casa Isabel Delgado, Jesús García y sus hijos Twinky, Rubén y Necer.

No en vano la composición que montan en la calle Mayor de la ciudad antigua la pareja más conocida por muchos de los habitantes de Eivissa como Traspas y Torijano se ha convertido ya en toda una tradición. «Comenzamos en 1999 con una composición en la que una payesa miraba un pequeño Belén de pequeñas figuras y cada año hemos ido mejorando», asegura Jesús García, ‘Torijano’ mientras enseña orgulloso una foto antigua que lo refleja.

Tal es así que año tras año se han ido añadiendo miembros a esta peculiar familia como el asno y la mula, los últimos en llegar el año pasado. Sin embargo la gran novedad de esta Navidad, además de una pequeña ratilla que no acaba de gustar mucho a Isabel y que por eso ha estado medio escondida en otras ocasiones, es que la Virgen María está embarazada.

«Está sólo de unas semanas», bromea Isabel asegurando que montaron este Nacimiento entre el 1 y el 2 de diciembre para que estuviera preparado con motivo de la inauguración del la iluminación de Vila. Por eso, este año, el muñeco Arjuna, que hace las veces de Niño Jesús, no aparecerá hasta el próximo 24 de diciembre, continuando una tradición muy de Salamanca, lugar de nacimiento de Isabel.

Lo que no cambia sin embargo son las figuras de la Virgen y San José que, como asegura Isabel, «vuelven a ser los maniquíes de tamaño natural que tenemos en nuestra tienda decorados con la ropa que usamos para la Feria Medieval». Unos maniquíes que siguen teniendo la peculiaridad de ser de raza negra, algo que según Jesús, «es una reivindicación de que todos somos iguales y que en nuestra familia no creemos en las diferencias de raza».

Y por supuesto todo está aderezado con los consiguientes villancicos que suenan desde la casa y las luces navideñas que también instala año tras año la familia. Todo con la misma intención con la que la idea nació en el año 1999: «Aprovechar todo lo posible a Dalt Vila, y más viendo el éxito que han tenido las visitas guiadas, y porque no, hacer un Belén viviente».

Eso puede que llegue en un futuro, pero ahora el presente pasa hasta después de Reyes por este pequeño portal de la calle Mayor de Dalt Vila. Sólo hay que seguir la dirección de donde vienen los villancicos.

La gran protagonista.

Esta Virgen María se ha convertido en una gran atracción: de raza negra y embarazada. Seguro que a más de uno no le acaba de hacer gracia