Neus Planells asegura con una gran sonrisa, mientras juega con su revoltoso perro 'Val', que empezó a coleccionar habilitaciones (las etiquetas litográficas que las fábricas tabaqueras colocaban en las cajas de puros para adornar, proteger y certificar sus productos manufacturados) y vitolas desde que tenía 6 o 7 años. Por eso es normal que la colección que alberga la actual vicepresidenta de la Asociación Vitolfílica Española en su casa, perfectamente guardada y ordenada en carpetas, sea un auténtico tesoro, cuyos ejemplares más antiguos están hechos en el año 1951.

En dicha colección se pueden disfrutar habilitaciones y vitolas que recogen todos los temas y países inimaginables, desde retratos de casas reales enteras a escudos de fútbol, pasando por figuras femeninas de la literatura, el románico de Andorra, o cuadros de los principales pintores españoles y extranjeros.

Neus asegura que se siente orgullosa de todas ellas, aunque guarda con especial cariño aquellas que tienen motivos ibicencos. En este sentido, una de sus carpetas tiene vitolas realizadas con motivo del año en que Dalt Vila fue nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, unas en que aparece la diosa Tanit o la Virgen de las Nieves, o unas hechas en homenaje al Club Náutico Ibiza y al desaparecido equipo de fútbol de la Sociedad Deportiva Eivissa.

Incluso, Neus enseña orgullosa las que tiene hechas en exclusiva con su nombre y su retrato, realizadas por el vocal de la asociación, el también ibicenco Alejandro Gisbert con motivo de la asamblea anual que la Asociación Vitolfílica Española ha realizado este pasado fin de semana en la Isla.

Sin embargo, con la experiencia que dan los años, asegura con cierto aire de nostalgia que «cada vez es más difícil coleccionarlas ya que los jóvenes apenas se interesan por el tema, y además, la persecución que se está haciendo a los fumadores nos está haciendo mucho daño».

A esto también ayuda el desconocimiento que se tiene sobre el tema y que hace que «el público en general no sepa que existen habilitaciones que son auténticas obras de arte grabadas por los dos lados y con imágenes que casi podrían ser cuadros pintados en miniatura».

En este sentido, según Neus «las que más destacan son las cubanas, porque era donde más tabaco se realizaba, aunque no se quedan atrás las filipinas, las de República Dominicana o las europeas de Holanda, Suiza y Bélgica». Desgraciadamente, este arte también se está perdiendo porque, como asegura Neus, «ahora casi valdría más hacer las habilitaciones que la caja de puros».

Algo que para Neus es una auténtica pena porque «nunca se deberían de dejar de coleccionar habilitaciones, vitolas, sellos o monedas porque son los grandes transmisores de nuestra historia».