Imagen del juicio, que comenzó el lunes. | Alejandro Sepúlveda

«Luché por mi vida y no tuve otra elección», ha afirmado en el turno de última palabra el hombre alemán acusado de matar a un compatriota y amigo en Eivissa, en la zona de Cala Llonga, en 2008 en una pelea, para quien la Fiscalía pide 12 años y medio de cárcel y que espera ahora el veredicto del jurado.

El juicio con jurado contra Daniel A.C, de 41 años, ha concluido hoy en la Audiencia de Palma con la exposición de las conclusiones de la fiscal y del abogado defensor, Jaime Campaner, quien ha pedido la absolución de su defendido alegando defensa propia.

Los hechos enjuiciados ocurrieron en Ibiza en febrero de 2008, cuando los dos hombres, que eran amigos, habían vivido juntos y mantenían relaciones sexuales esporádicas, tuvieron una pelea en la vivienda de Santa Eulalia de la víctima, Reiner Peter Tino Briner, de 59 años.

En su turno de última palabra, el acusado ha afirmado que «estaba en el lugar equivocado con una persona equivocada», tras lo que ha pedido perdón: «Siento mucho que Tino haya muerto», ha dicho.

Según la Fiscalía, durante la reyerta el acusado atacó a Tino, ante lo cual la víctima cogió un cuchillo para defenderse porque «llegó a temer por su vida».

Daniel entonces, y gracias a que Tino estaba «aterrado y temblando» ante la actitud violenta del enjuiciado, le quitó el cuchillo con facilidad, lo tiró al suelo, le golpeó en la cabeza varias veces y finalmente lo mató clavándole las rodillas en el pecho.

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Todo eso lo hizo, ha afirmado la fiscal, con la intención de matar al hombre, algo que ha sostenido en que permaneció en la casa los 20 minutos que duró la agonía de Tino sin llamar a la ambulancia, tras lo que se duchó. Tres horas más tarde, ha recordado, acudió a pedir ayuda a un familiar.

La fiscal ha apuntado que posteriormente, en su versión ante la policía, el Daniel afirmó que cuando llegó a la casa se encontró a su amigo muerto, después de que horas antes le hubiera dejado escuchando música, mientras que en el juicio ha reconocido haber discutido con él y haberle golpeado.

«Ha tardado tres años en decir lo que pasó», ha destacado la fiscal, quien ha añadido que «la intención de matar estaba clara».

La fiscal ha reconocido que desconoce el móvil del asesinato, aunque ha aventurado que quizás «la clave sea el sexo», en el sentido de que al acusado le «atormentaba» mantener relaciones con un hombre.

El abogado del acusado ha pedido la absolución de su defendido y ha alegado que el relato de la fiscal es «inverosímil, deficitario y no puede ser probado».

Ha afirmado que Daniel mató a su compañero para defenderse cuando le atacó con el cuchillo, ya que la víctima estaba drogada y no la podía frenar.

«Actuó como pudo para salvar su vida», ha sostenido Campaner, quien ha afirmado que la víctima tenía un carácter violento.