El rally estaba abierto a todo tipo de vehículos ecológicos. La comitiva no contaminante de diferentes vehículos recorrió 26 kilómetros. Fotos: G.ROMANÍ

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a segunda edición del Eco-Rally de Formentera congregó a un centenar de vehículos de emisión cero, con alrededor de 150 personas, que hicieron de esta segunda edición un éxito rotundo.

En el día de ayer, el Eco-Rally significaba el punto y final de la muestra de vehículos de emisión cero y organizadores y residentes se sumaron a una comitiva, silenciosa en cuanto a contaminación acústica y verde por cuanto los vehículos estaban impulsados por energías alternativas como la eléctrica o la solar. Bicicletas, patinetes, triciclos, cuadrigas, motocicletas, autobuses y automóviles se juntaron en una cabalgata que a lo largo de 26 kilómetros recorrió diversos puntos de la isla. Con salida desde el parking de Sa Senieta en Sant Francesc, la comitiva discurrió por el antiguo camino de es Cap, paralelo a la carretera, aprovechó un tramo del camino de Can Parra, se dirigió hasta Cala Saona y luego llegó hasta la Savina; de ahí bordeando s'Estany Pudent, los vehículos se dirigieron hacia es Pujols, pasaron por el Paseo Marítimo, pese a ser peatonal, y desde ahí los participantes tenían dos opciones, unos fueron por la carretera hasta Sant Ferran, los vehículos básicamente adaptados al asfalto, mientras que otros, los que están concebidos para circular en todo tipo de caminos, lo hicieron a través del camí de ses Vinyes. Una vez reagrupados, en Sant Ferran el eco-rally se dirigió hasta el cruce de Ca Marí, enlazó con el Camí Vell de la Mola y posteriormente tomó el desvío hasta el Blue Bar, en la playa de Migjorn, donde estaba el punto final del recorrido.

Allí, los participantes pudieron descansar después de 26 kilómetros por caminos y carreteras de la isla, con un ágape ofrecido por la conselleria de Turisme i Mobilitat del Consell de Formentera.

Guillermo Romaní