El GEN denunció ayer a través de un comunicado de prensa «la preocupante dejadez de funciones» de la Conselleria de Medi Ambient del Govern respecto al Parque Natural de ses Salines. Los ecologistas enumeran una serie de carencias que padece el parque desde su constitución como tal (diciembre de 2001), como es la señalización, «que fue la primera medida anunciada y todavía no realizada»; la rehabilitación de la iglesia de Sant Francesc de s'Estany para convertir la casa parroquial en el centro de interpretación «imprescindible en cualquier parque natural»; o los trabajos iniciados «y ahora parados» para delimitar itinerarios y controlar la afluencia de visitantes en la zona de Sal Rossa.

Los ecologistas también se cuestionan que «cómo una de las conselleries mejor dotadas presupuestariamente como la de Medi Ambient no tenga partidas para la contratación de personal, claramente insuficiente» y recuerdan que la baja de Patricia Arbona todavía no se ha cubierto. El GEN también hace referencia a la suspensión de las actividades que se realizaban en el parque, tal y como ya avanzó este periódico en su edición del 20 de abril, como excursiones, cursos, itinerarios y a la campaña de anillamiento de aves «que se realizaba cada año».

Sobre la presión humana y de tráfico que viene sufriendo el parque en los últimos años, los ecologistas lamentan «que un año más no se regulará, a pesar de que año tras año se hace la promesa a los medios de comunicación de que se resolverá». Finalmente, el GEN denuncia que «todos los gobiernos se llenan la boca hablando de sostenibilidad, medio ambiente y protección del territorio, pero siguen siendo incapaces de gestionar correctamente el único parque natural de las Pitiüses».