Según figura en los informes técnicos del Consell, en Corona hay una población de mayores de 65 años de 103 personas y en Sant Mateu hay 99. «Según las valoraciones y la impresión de los facultativos de los servicios de salud (Ib-Salut) que han trabajado en la zona, un alto porcentaje de la población citada es muy mayor y tiene dependencia», expresa el mismo documento, que señala que es «viable» la propuesta de crear dos centros de día en los centros cívicos proyectados en ambas poblaciones.

Sin embargo, esta decisión es polémica. El Consell quiere habilitar centros de día para personas mayores dependientes dentro de los centros cívicos proyectados en Sant Mateu y en Corona porque considera que los beneficiarios de este servicio podrían convivir con otras personas de la Tercera Edad no dependientes, lo que fomentaría «su autonomía personal». Sin embargo, desde el PP consideran que no se tendría que discriminar al municipio de Sant Antoni y por eso se debería construir un espacio específico para cada uno de los pueblos porque creen que compartir estas dos instalaciones no es lo más adecuado. La polémica se escenificó en el último pleno, donde el conseller del PP Vicent Serra aseguró que este tipo de infraestructuras mixtas no se contemplan en la ley de dependencia. Serra también argumentó que el resto de municipios no contarán con este tipo de centros «híbridos», sino que contarán con instalaciones específicas de centro de día. En el resto de la isla se contemplan siete de estas infraestructuras, que tendrán que construirse de nuevo o a partir de un local ya existente que puedan ceder los municipios.

Según el informe del Consell, las personas mayores que utilizasen estos centros de día de Sant Mateu y Corona podrían convivir con «un entorno social normalizado e integrado que propiciaría su autonomía social y personal». También consideran que podrían disfrutar de actividades socioculturales propias del colectivo de la Tercera Edad que se ofrecería en el centro cívico. «También fomentaría la relación y el intercambio generacional». Eso sí, se matiza que sería un lugar de «baja exigencia asistencial», ya que habrá otros centros de día en el municipio (la futura residencia de Sant Antoni) para atender a las personas con más patologías. Las personas que tuvieran problemas de comportamiento y que pudiesen alterar la convivencia o que sufriesen riesgo de pérdida por fuga tampoco podrían permanecer en los centros de Sant Mateu y Santa Agnès por no estar preparados para ello.

En ambas poblaciones, los planes son crear para cada una un centro de día de 10 a 15 plazas con dos gerontólogos o trabajadores de atención domiciliaria por turno y un animador sociocultural a tiempo parcial. También se prevé la visita de una enfermera que supervise dietas y curas y un fisioterapeuta a tiempo parcial.