Cerca de 5.000 extranjeros residentes en Balears estaban pendientes a finales de noviembre de obtener un permiso legal de trabajo. De esta 5.000 solicitudes, 800 solicitudes se presentaron a lo largo del mes, según datos de la oficina de Extranjería, dependiente de la Delegación del Gobierno. En julio de este año, cuando se puso en marcha un dispositivo especial para agilizar los trámites en el proceso de regulación de extranjeros, los extranjeros pendientes de obtener un permiso de trabajo -imprescindible para ser contratado legalmente- eran 8.479.

El hecho de que sólo en noviembre se iniciaran 800 nuevos expedientes de permiso de trabajo da idea de la elevada presencia de población inmigrante en las Islas, una comunidad que está a punto de alcanzar la cifra de 100.000 extranjeros «con papeles». No es ajena a la incorporación de trabajadores extranjeros al mercado laboral, el continuo aumento de afiliaciones a la Seguridad Social que se produce en las Islas.

Para poder ejercer una actividad lucrativa, laboral o profesional, por cuenta propia o ajena, los extranjeros han de obtener previamente la correspondientes autorización, que se expide en forma de permiso único de trabajo y residencia. Para la concesión de esta autorización, se tiene en cuenta la situación general del empleo en España y se fijan una serie de contingentes anuales. Pese a ello, hay sentencias de tribunales que obligan a la legalización automática de extranjeros que ya tienen trabajo, lo que será una realidad cuando se ponga en marcha el nuevo proceso de regulación. Los permisos de trabajo son el trámite más habitual en la Oficina de Extranjería de la Delegación del Gobierno, que ha mostrado su satisfacción por el desarrollo del «plan de choque» para acabar con el atasco detectado el pasado junio.