El notable incremento de entrada de materiales de construcción en el puerto de Eivissa resulta, a priori, contradictorio con las restricciones a la actividad constructora en las Pitiüses mediante moratorias. Así, si en 2000 llegaron al puerto 188.779 toneladas de materiales de construcción, en 2002 la entrada elementos de este tipo (cemento, ladrillos y otros) fue de 263.480 toneladas. El incremento ha sido de 74.701 toneladas en dos años, es decir, un 40 por ciento más.

Para Juan Tur Ripoll, de la directiva de la Asociación de Constructores de Eivissa y Formentera, el incremento de las cantidades se debe a que los empresarios reclaman más cemento , no porque construyan más que antes, sino «porque es obligatorio poner más cantidad en los morteros para hacer la misma cantidad de hormigón». De este modo aumenta la calidad de la obra, adecuándose a la ley.

Además, Tur Ripoll comentó que se ha puesto de moda la termoarcilla, que «es un material que no se fabrica en Eivissa». En años anteriores se había usado el bloque de hormigón y, ahora, «se ha pasado al bloque cerámico para realizar las paredes de carga; piezas más pesadas y de importación», comenta. El constructor insiste en que no ha sido la cantidad sino la calidad lo que se ha incrementado estos años.

Para la asociación de empresarios «el aumento de materiales no contradice los datos de descenso de actividad que registran los arquitectos».

De las 263.480 toneladas de materiales de construcción registradas en 2002, 184.223 corresponden a cemento, lo que corrobora, en principio, la teoría de que las construcciones precisan más cemento para realizar los mismos metros.

En el año 2000 entraron en el puerto 139.946 toneladas de cemento, 44.277 menos que las recibidas en 2002.