«Era un recurso muy necesario. Había mucha gente con discapacidad que no iba a ningún tipo de centro. Hicimos una estimación más baja, porque pensamos que se llegaría a atender a 50 personas hasta final de año, pero a los cuatro meses de su puesta en funcionamiento hemos llegado a esta cifra». El coordinador del Servicio de Asesoramiento e Inserción Laboral de Personas con Discapacidad, Carlos Lara, se muestra satisfecho de los resultados de este programa que nace por una demanda existente en Eivissa de este colectivo. «Todo surge por el centro ocupacional de Can Sifre. Nos dimos cuenta de que había gente con discapacidad psíquica que estaba allí porque no tenía otro recurso, pero eran aptas para desarrollar algún tipo de trabajo», explicó.

Entre los recursos que ofrece este servicio, que depende del Consell, figura la orientación para la búsqueda activa de empleo, ayuda en la elaboración de un curriculum, preparación de una entrevista de trabajo y una carta de presentación, aunque la idea final es que se alcance el mayor grado de autonomía. El objetivo del servicio consiste en facilitar el acceso al mundo laboral, pero no es fácil. «Se trata de un colectivo donde no se ha planteado nunca un trabajo. Había una tradición de asistencia y de mantenerlos ocupados; con eso se daba la familia por satisfecha. A algunos les basta, pero otros demandan participar más en la sociedad», continuó Lara.

Otra dificultad añadida se encuentra en las empresas. «El tejido empresarial en Eivissa es bastante pobre, porque sólo hay dos sectores que son los motores de la economía: la construcción y la hostelería, que está está muy estacionalizada y donde es muy difícil que al principio te rindan al cien por cien. Me gustaría que fuera el ritmo de trabajo mucho más relajado, para hacer el proceso de inserción de una manera paulatina», añade. Desde diciembre hasta hoy, el servicio ya han contactado con 30 empresas. Algunas de ellas, como hoteles, supermercados y empresas de limpieza, han ofrecido trabajo.