El eurodiputado de Convergencia i Unió (CiU), Joan Vallvé, presentó ayer una pregunta a la Comisión Europea en la que le solicita que analice en profundidad el proyecto de ampliación del aeropuerto de Eivissa. «Dicho proyecto -según el eurodiputado- tendría repercusiones medioambientales muy negativas sobre el Parque Natural de Ses Salines d'Eivissa i Formentera, limítrofe con el aeropuerto», una zona de «altísimo valor ecológico protegida por diversas directivas de la Unión Europea», señala el texto de la pregunta parlamentaria.

Asimismo, el escrito manifiesta que el propio Consell Insular d'Eivissa i Formentera ha llevado a cabo un estudio de impacto ambiental que concluye que la ampliación de la plataforma de aviación comercial y la implantación del puesto de estacionamiento aislado implicaría la extensión del perímetro actual del aeropuerto en dirección noroeste, suponiendo la ocupación de terrenos incluidos en la zona periférica de protección del Parque Natural.

En concreto el partido político considera que las obras «implicarían un impacto directo sobre el conjunto del espacio protegido, un impacto socioeconómico de grado elevado por la nueva ocupación de terrenos y de viviendas de titularidad privada, una mayor intensidad de impactos derivados de procesos de contaminación acústica y del aire sobre los sistemas dunares de la zona de Es Codolar, catalogados como zona de conservación predominante, e impactos paisajísticos».

El escrito presentado no ahorra detalles sobre el tema y recuerda que la zona se encuentra incluida en la zona ZEPA, Zona de Especial Protección para las Aves, de acuerdo con la Directiva Aves 79/409 CEE. Por otra parte, Vallvés plantea que la ampliación de los límites perimetrales de la zona de servicio del aeropuerto determinaría la ocupación directa y la transformación de los terrenos incluidos dentro de los límites del Parque Natural. «La porción ocupada pertenece al extremo sudoeste del sistema dunar de las dunas de la zona de Es Codolar, zona catalogada como Àrea de Conservación y protegida por la Directiva Hábitats de la CEE como ecosistema de interés comunitario».